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A lo largo de distintos artículos de este blog se ha ido constatando la importancia que tiene la sostenibilidad en todos los aspectos de la vida, así como la relevancia que tiene este concepto en el bienestar de las personas. Los proyectos de cualquier ámbito deben tender siempre hacia su consecución, y por ello, la gestión de proyectos sostenibles es tan importante como el concepto mismo, algo que se estudia en un Bachelor en Ingeniería en Organización Industrial.
Un proyecto de desarrollo sostenible es aquel que busca el crecimiento y la ganancia económica y social, pero teniendo en cuenta el entorno en el que está, tanto humano como medioambiental.
Los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) de la Agenda 2030 hacen hincapié en la sostenibilidad. Por eso, esa razón, el número de empresas y organizaciones que los asumen es creciente. Un proyecto de sostenibilidad es un proyecto, además, con buena proyección social.
No obstante, las empresas de desarrollo sostenible deben cumplir unos criterios para que el proyecto sea considerado como tal.
Para que un proyecto se considere sostenible, debe cumplir unas condiciones. Son las siguientes:
La sostenibilidad de un proyecto se fijará y juzgará analizando estas tres variables en conjunto.
El concepto de gestión de proyectos sostenibles es muy amplio, ya que puede abarcar desde un proyecto de un parque eólico hasta la implantación de una política energética en una empresa. De hecho, como se ha señalado, esto no se limita a la ecología, aunque por supuesto, la incluye.
Así, que, en caso de necesitar la gestión de proyectos sostenibles, es conveniente seguir estos consejos.
Para la gestión de proyectos sostenibles adecuada es necesario tener en cuenta que es un trabajo complicado que requiere mucho esfuerzo y planificación. Es importante pensar que se necesita un trabajo para coordinar muchas cuestiones, todas ellas relevantes.
Es necesario auditar las prácticas de trabajo de la organización o la empresa y evaluar el impacto medioambiental que tienen estas acciones. Este análisis pondrá de manifiesto las posibles áreas que hay que modificar.
Por ejemplo, es posible que la empresa esté gastando más en facturas de servicios públicos de lo que debería. Su producción de residuos puede ser superior a la media del sector, o el equipo puede estar comprando artículos que realmente no necesita. O puede que solo esté imprimiendo documentos cuando podría enviarlos de forma digital.
Una vez que se haya evaluado el impacto medioambiental, hay que definir objetivos para reducirlo. Igualmente, es necesario asegurarse de que son realistas y alcanzables, así como hacer un seguimiento de los progresos para conseguirlos. Si es posible, realizar un análisis coste-beneficio de las iniciativas ecológicas para demostrar el ahorro que supondrán es una gran idea.
La mejor manera de evitar los residuos y de reducir la necesidad de reciclar es, en primer lugar, utilizar menos.
Hay que encontrar las áreas en las que se pueda cambiar a productos reutilizables: artículos como la vajilla y la cubertería, por ejemplo. Y utilizar toallas de tela o secadores de manos de bajo consumo en lugar de toallas de papel en los baños.
Y, antes de hacer una compra, es bueno preguntarse si realmente es necesario ese artículo o si se podría suplir con algo de lo que ya hay en la empresa.
La gestión de proyectos sostenibles también implica favorecer y facilitar el reciclaje.
Para ello, es bueno colocar puntos para ello en lugares estratégicos, así como indicar de forma clara cuáles son los artículos que sí se pueden reciclar y cuáles no.
Este es otro de los puntos importantes al realizar una gestión de proyectos sostenibles adecuada. Se pueden usar bombillas LED, que permiten ahorrar hasta un 75% de energía, y son mucho más duraderas que las tradicionales. También las buenas prácticas son importantes, como apagar las luces cuando no haya nadie en una habitación o instalar sensores de movimiento. Esto sirve para los hogares, pero también para las industrias sostenibles.
Antes de entrar propiamente en el tema que ocupa este post, es conveniente recordar por qué el concepto de sostenibilidad es tan importante, ya que de lo que se hablará a continuación es de la gestión de proyectos sostenibles.
Aunque se oye mucho en los últimos tiempos la palabra sostenibilidad, la cuestión es si realmente las personas alcanzan a entender su significado real. Es necesario tener en cuenta que la gestión de los proyectos sostenibles, y la sostenibilidad en sí misma, abarca mucho. Desde cómo funcionan los sistemas naturales hasta ser capaces de garantizar su continuidad. Se trata de hacer que el equilibrio del medio hoy y mañana sea real.
Dentro de la sostenibilidad existen 3 pilares fundamentales. Estos tres conceptos básicos son el desarrollo social, el económico y la protección y salvaguarda del medio ambiente.
Desarrollo económico: esto tiene que ver con proporcionar a los ciudadanos lo que quieren y necesitan sin, por ello, comprometer el bienestar y minimizando los costes.
Desarrollo social: en este aspecto se abordan la conciencia y la protección de la salud de forma legal. Para ello, se trabaja para luchar contra la contaminación y todas aquellas actividades nocivas que puedan realizar cualquier empresa u organización. También se protege el acceso a los recursos naturales.
Salvaguarda del medio ambiente: aquí la prioridad es el estudio y el análisis para la protección de la naturaleza y los ecosistemas, así como la ejecución de aquellas acciones encaminadas a mantener a salvo el medio ambiente para generaciones venideras.
Naturalmente, estos principios deben ser respetados por todas aquellas personas que trabajen en la gestión de proyectos sostenibles.
A estas alturas ya queda muy claro que la sostenibilidad es el futuro, la clave para conseguir un futuro mejor. Los seres humanos dependen de los recursos naturales para sus actividades y para su supervivencia, e ignorarlo puede llevar al agotamiento de los mismos. Por eso es tan importante realizar la gestión de proyectos sostenibles.
Es importante llevar a cabo acciones sostenibles. Eso ayuda a atraer a clientes y a cumplir con la responsabilidad social corporativa.