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Cómo los algoritmos determinan nuestros intereses en Internet

21 de octubre de 2021Universitat CarlemanyTecnología e InnovaciónActualización : 21 de julio de 2023
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Los algoritmos y estructura de datos son las herramientas que los buscadores utilizan para determinar los intereses de los usuarios. Se trata de un hecho especialmente conocido si se está más o menos al tanto de los temas relacionados con Internet.

En este mismo blog se ha abordado ya en otras ocasiones la importancia que tiene la ciencia de los datos para empresas de todo tipo. Y es precisamente de esa información de la que se alimentan los algoritmos en Internet.

Los algoritmos y estructura de datos: los buscadores marcan las reglas del juego

Todo usuario de Internet ha escuchado alguna vez la frase “Google ha cambiado de nuevo su algoritmo”, sí, su algoritmo y la estructura de datos. De este modo determina cómo debe ser el contenido que circula por la web para que sea amigable con el gigante de Mountain View.

Esto provoca inquietud en todas las empresas, que pueden verse perjudicadas al cambiar las normas. No hay mucha información al respecto por parte de los grandes buscadores, aunque los profesionales se afanan por buscar la información y compartirla. En realidad, no se sabe muy bien cómo funciona más allá de las escasas nociones que ofrece, en especial, Google.

Pese a ello, es fundamental cumplir las normas que dicta Google para seguir manteniendo el posicionamiento. Pero no se queda aquí la cuestión, son los algoritmos y estructura de datos los que determinan qué es lo que ve el usuario.

El usuario ve lo que quieren los algoritmos y la estructura de datos

Google debe la mayor parte de su éxito a un algoritmo. Este buscador se convirtió en el más potente del mundo, y además, ha creado la herramienta para ofrecer al usuario lo que necesita en cada momento.

El algoritmo de Google, teóricamente, se basa en dos factores: la relevancia de la información buscada y el rango de la página. La primera viene determinada por la coincidencia con la búsqueda de un usuario y la probabilidad de que responda a sus necesidades. Por otro lado, el rango se refiere a la posición que ocupa en los resultados de búsqueda. Pero es necesario tener en cuenta que, hace unos años, no siempre el mejor contenido era el que se posicionaba arriba, sino el que mejor se adaptaba a los requerimientos de los buscadores. Realmente, la calidad no era determinante.

Hoy en día, como parte de la mejora de los algoritmos y la estructura de datos, se valora la calidad o la corrección tanto gramatical como ortográfica. Eso significa que es necesario tanto la calidad como la correcta optimización de los textos.

Esta adecuación implica que, no son los usuarios los que ven lo que quieren en la web, sino lo que les imponen de forma tácita estos algoritmos y estructuras de datos. Ya hace años que se asiste a la infoxicación, es decir, a un exceso de información que hace imposible consumirla sin algún tipo de filtro, y este filtro son los algoritmos.

¿Cómo funcionan los algoritmos en Internet?

Como ya se ha señalado brevemente antes, el algoritmo no es más que un filtro que hace que la información que existe en Internet sea más asequible, es decir, que facilita el consumo de la información.

Pongamos como ejemplo los algoritmos y estructura de datos de Google. El gigante de Internet no utiliza uno solo, sino muchos, pero parte importante de ellos es el proceso que indicamos a continuación.

Calificación de la información

Para los algoritmos de los buscadores la puntuación de las distintas páginas web es fundamental, ya que es la forma en la que los resultados aparecen en el SERP. Teóricamente, cuanto más relevante es un enlace, más arriba aparece.

La relevancia se mide según factores relacionados con la búsqueda del usuario y la relación con la web en concreto. Por otro lado, también mide, digamos, la importancia que tiene la página, es decir, si hay enlaces que lleguen a ella.

Esos dos factores juntos hacen que cada web tenga una puntuación diferente en cuanto a utilidad para el usuario, y son las que más alta la tienen las que aparecen en los primeros puestos de las búsquedas.

La clasificación

En base a las opiniones y a la utilidad (demostrada) de las distintas webs para los usuarios, los algoritmos y estructura de datos de los buscadores determinan la clasificación que debe tener cada página web, y, por lo tanto, el contenido que se muestra al usuario.

Recomendaciones

Por otro lado, los algoritmos de los buscadores, una vez recogen la información anterior y ven cómo se comporta el usuario, se encargan de recopilar aquellos resultados que pueden ser de utilidad para la persona que hace la búsqueda.

Naturalmente, la idoneidad de los resultados dependerá en gran medida de lo preciso que sea el algoritmo y estructura de datos, y de cómo use el machine learning, así como de la calidad y eficiencia a la hora de extraer los datos.

Cómo los algoritmos y la estructura de datos han cambiado el panorama de Internet

Internet evoluciona hacia una plataforma personalizada y seleccionada impulsada por algoritmos y aprendizaje automático. Se está convirtiendo en una experiencia mucho más personalizada gracias a los algoritmos y al aprendizaje automático para gestionar lo que el usuario puede ver. Esto, los algoritmos y la estructura de los datos, aportará una selección de contenidos que interesa al usuario.

La información que vemos en la red está muy influenciada por los algoritmos que se utilizan. Ya sea a través de los feeds de las redes sociales que se visualizan o en los motores de búsqueda, los algoritmos tienen una gran influencia en el contenido al que están expuestos los usuarios. Esto a menudo se denomina "burbujas de filtro".

Los algoritmos están y se usan en todas partes. Predicen qué es lo comprará el usuario, las películas que querrá ver y qué contenido quiere disfrutar o utilizar. Las webs como Netflix y Youtube utilizan algoritmos para predecir qué tipo de contenido puede ver una persona en función de sus hábitos de visualización anteriores.