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Qué es un análisis GAP y cómo se crea

17 de abril de 2025Universitat CarlemanyAdministración de empresaActualización : 17 de abril de 2025
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El análisis GAP es una herramienta esencial para cualquier organización que desee identificar las brechas entre su situación actual y las metas que aspira alcanzar. Este análisis permite diseñar estrategias específicas para cerrar esas diferencias, optimizando procesos y logrando una mayor eficiencia en la consecución de objetivos.
Descubre en detalle qué es un análisis GAP, cuándo resulta más útil aplicarlo y, finalmente, los pasos necesarios para implementarlo de manera efectiva.

Aprender a dominar esta herramienta es clave para líderes y gestores, como se desarrolla en el Máster en Administración de Empresas (MBA), donde se integran metodologías avanzadas para la gestión empresarial.

En este artículo exploraremos en detalle qué es un análisis GAP, cuándo resulta más útil aplicarlo y, finalmente, los pasos necesarios para implementarlo de manera efectiva.

Definición análisis GAP o análisis de brechas

El término análisis GAP se refiere a un procedimiento que permite identificar las diferencias (o "brechas") entre el estado actual de una empresa u organización y el estado ideal o deseado. Estas brechas pueden estar relacionadas con varios aspectos, como desempeño financiero, eficiencia operativa, satisfacción del cliente o cumplimiento de objetivos estratégicos.

Por ejemplo, una empresa puede determinar que su actual nivel de ventas está por debajo de sus metas trimestrales. El análisis GAP ayudará a identificar las razones detrás de esta discrepancia, como deficiencias en el marketing, falta de formación en el equipo de ventas o problemas logísticos, y permitirá trazar acciones para cerrar esa brecha.

Entre los beneficios más destacados de este análisis se encuentran:

  •  Identificar puntos débiles en los procesos actuales.

  •  Priorizar las áreas de mejora según su impacto.

  •  Establecer un plan de acción realista y orientado a resultados.

El análisis de brechas también se utiliza en la creación de planes estratégicos como un complemento al diseño de un plan de negocio o la evaluación de valores empresariales, integrando herramientas adicionales para guiar el éxito organizacional.

¿Cuándo realizar un análisis GAP?

El análisis GAP es especialmente útil en momentos clave de la evolución de una organización. Algunas situaciones donde resulta recomendable incluir este proceso son:

  1.  Definición de objetivos estratégicos: Cuando se necesitan redefinir o establecer nuevos objetivos OKR para alinearlos con la visión empresarial.

  2.  Evolución de la empresa: Al querer implementar un nuevo plan de negocio o mejorar un modelo operativo existente.

  3.  Cambios internos o externos: Adaptarse a nuevos entornos regulatorios o enfrentar cambios en el mercado que requieran ajustes estratégicos.

Al aplicar el análisis GAP en estas situaciones, las empresas pueden garantizar que sus decisiones se basen en información clara y acciones bien estructuradas.

Los 4 pasos para crear un análisis GAP

Implementar un análisis GAP efectivo requiere un enfoque estructurado. A continuación, describimos los cuatro pasos esenciales para desarrollar esta herramienta y obtener resultados claros y accionables.

Paso 1 - Identificar el estado actual

El primer paso consiste en analizar detalladamente la situación actual de la organización. Esto implica recopilar datos relevantes que permitan entender los procesos, resultados y recursos disponibles en el momento presente. Algunos métodos útiles para esta etapa son:

  • Revisión de indicadores clave de rendimiento (KPIs).

  • Análisis de procesos internos mediante herramientas como diagramas de flujo.

  • Encuestas o entrevistas con equipos de trabajo para identificar limitaciones operativas.

Por ejemplo, si una empresa busca mejorar su servicio al cliente, podría evaluar métricas como el tiempo promedio de respuesta o el nivel de satisfacción del cliente en su estado actual. Este análisis proporciona la base para comparar con el estado deseado.

Paso 2 - Definir el estado deseado

El siguiente paso es establecer objetivos claros y específicos que representen el estado deseado. En este punto, es fundamental alinear las metas con los valores y la visión estratégica de la empresa.

Para definir un estado ideal, es útil recurrir a metodologías como los objetivos OKR (Objetivos y Resultados Clave), que permiten conectar objetivos generales con resultados medibles. Algunas preguntas clave que pueden guiar este proceso incluyen:

  • ¿Qué resultados concretos se esperan alcanzar?

  • ¿Cómo se verá el éxito una vez eliminadas las brechas?

  • ¿Qué recursos adicionales podrían ser necesarios para alcanzar estos objetivos?

Por ejemplo, una empresa que busca mejorar la retención de talento puede establecer como objetivo reducir la tasa de rotación en un 20% en un plazo de un año, detallando las acciones necesarias para lograrlo.

Paso 3 - Analizar las brechas entre ambos estados

Este paso implica comparar el estado actual con el deseado para identificar las brechas específicas que deben cerrarse. Es importante priorizar estas diferencias según su impacto en los objetivos organizacionales.

Para realizar este análisis de manera efectiva, se pueden utilizar herramientas como:

  • Matrices comparativas, que muestren las diferencias clave entre los estados.

  • Diagramas de causa y efecto, que ayuden a identificar los factores subyacentes que generan las brechas.

  • Análisis de datos cualitativos y cuantitativos, para obtener una perspectiva integral.

Por ejemplo, una empresa podría identificar que su brecha principal en el servicio al cliente radica en la falta de formación del personal y la ausencia de un sistema de atención automatizado.

Paso 4 - Diseñar estrategias para cerrar esas brechas

El paso final consiste en desarrollar un plan de acción detallado para cerrar las brechas identificadas. Este plan debe incluir:

  • Acciones concretas a realizar.

  • Recursos necesarios (humanos, financieros, tecnológicos).

  • Cronograma de implementación.

  • Indicadores para medir el progreso y el éxito.

Por ejemplo, para una brecha relacionada con la falta de formación, la estrategia podría incluir la implementación de un programa de capacitación interna, mientras que para problemas tecnológicos, podría ser necesario invertir en software especializado.

Además, es fundamental realizar un seguimiento constante de las estrategias implementadas, ajustándolas según sea necesario para garantizar su efectividad. La flexibilidad en esta etapa puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso del análisis GAP.

Conclusión

El análisis GAP es una herramienta estratégica que permite a las empresas identificar y cerrar las brechas entre su estado actual y sus objetivos deseados. Al seguir los pasos detallados —identificar el estado actual, definir el estado deseado, analizar las brechas y diseñar estrategias efectivas— las organizaciones pueden mejorar su rendimiento, optimizar procesos y alcanzar sus metas de manera más eficiente.

Si deseas profundizar en estas metodologías, el Máster en Administración de Empresas (MBA) ofrece formación integral para liderar la transformación empresarial. Este enfoque no solo permite la mejora continua, sino que también asegura que las decisiones empresariales se tomen con base en datos claros y objetivos bien estructurados.