La auditoría ambiental es una exigencia legal y de autorregulación que se requiere para la mayoría de las empresas. Los estudiosos de disciplinas ambientales han de conocer qué es y cuáles son sus objetivos. ¡Echa un vistazo!
La auditoría ambiental es un proceso de comprobación, que puede ser interno y externo, que busca medir cuál es el impacto que una compañía genera en el medio ambiente. Hay que señalar que la legislación, en determinados sectores y empresas, exige esta acción con una cierta frecuencia.
Las auditorías medioambientales tienen objetivos diversos y van a depender, en primer lugar, de las obligaciones de la empresa y, por otro lado, del objeto de estudio. En cualquier caso, podemos destacar las siguientes opciones:
El objetivo general de la mayoría de las auditorías es comprobar que se cumple la normativa medioambiental. Esto obligará a comprobar cuál es el tratamiento de los residuos y si las instalaciones cuentan con todo lo necesario. También evaluará cuál es la actuación del personal de la compañía.
Evaluar la efectividad de los sistemas de control de riesgos es otro de los objetivos de las auditorías. En este caso, se comprueba si, efectivamente, funcionan bien ante cualquier tipo de eventualidad. Esta acción será especialmente útil si se tienen que implementar cambios posteriormente.
El compromiso de una empresa con la gestión ambiental forma parte de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC). En ese sentido, la auditoría tiene una doble dirección: comprobar si existe algún protocolo o política específica y, en caso positivo, si esta se cumple.
La evaluación y localización de futuros riesgos es uno de los aspectos que conviene tener presentes. No en vano, hay que pensar que los peligros en la gestión medioambiental son dinámicos. En consecuencia, uno de los objetivos de las auditorías será ese, para evitar problemas futuros.
En ocasiones, no hay margen para actuar porque ya se ha dado un siniestro. Cuando esto sucede, una auditoría medioambiental tendrá como finalidad primera determinar las causas y responsabilidades. Esto es muy importante, tanto a efectos económicos como (en ocasiones) penales.
La gestión medioambiental ante un cambio accionarial es parte de las políticas de comprobación que se hacen. En este caso, una empresa auditora externa revisará cuáles son las políticas de la compañía y su grado de adecuación a la legislación del país o autonómica.
Los tipos de auditoría ambiental son, fundamentalmente tres: interna, externa y mixta. Recuerda que los enfoques que se darán en cada caso diferirán.
Auditoría interna: las auditorías internas están centradas, fundamentalmente, en el medio ambiente laboral. Este aspecto tiene importancia porque puede generar problemas.
Auditoría externa: la auditoría externa toma como enfoque principal el impacto que la actividad de la compañía tiene en el exterior. Por ejemplo, nos podemos referir a las emisiones de gases de efecto invernadero u otros residuos.
Auditoría mixta: las auditorías mixtas combinan ambas cuestiones, internas y externas. La idea, en este caso, es tener una perspectiva integral de lo que pasa en la empresa.
Los beneficios de implementar las auditorías ambientales son diversos. Estos son los más importantes:
Conocimientodel estado real de la empresa. En primer lugar, y esto no es menor, conocerás cuál es el estado real de la firma en lo tocante a la gestión medioambiental.
Cumplimiento de la legislación. En muchos casos, hacer una auditoría es obligatorio, de manera que se cubrirá esta cuestión.
Prevención ante determinados riesgos. Una de las consecuencias de una auditoría bien hecha es la detección y localización de determinados riesgos ambientales. De esta manera, se podrán evitar y corregir aquellos problemas que se den.
Reducción de las emisiones contaminantes. Como consecuencia de la aplicación de las recomendaciones de las auditorías, se mejorará la política de emisiones, reduciéndolas. Eso sí, es extremadamente importante seguir los protocolos que se indiquen.
Mejora de la imagen de la compañía. Hoy en día, la RSC es fundamental para cualquier empresa. Por lo tanto, informar sobre las auditorías y sus resultados positivos redundará en una mejor imagen. Y hay que señalar que esta imagen también mejorará de puertas para adentro.
Reducción de costes. Las auditorías pueden servir para aplicar políticas que reduzcan los costes medioambientales. En ocasiones, un uso ineficiente de los recursos nos hace gastar más; bien, en este caso, sabremos cuál es el problema.
Las auditorías ambientales, como se ha indicado, pueden ser internas o externas y con objetivos distintos. En cualquier caso, sí que se tienen que dar una serie de procedimientos para que sean válidas:
Lo primero, antes de designar a las personas o empresas, es establecer los objetivos de la auditoría. En algunos casos se tratará de hacer un seguimiento rutinario periódico, mientras que en otros puede ser por algún siniestro puntual o por un cambio en la estructura accionarial.
El segundo paso es designar a las personas o empresas encargadas de hacer la auditoría. Si se pretende que tenga validez legal, lo adecuado es nombrar a una empresa externa con prestigio en el sector y autorizada por la Administración.
La recopilación de datos es imprescindible para iniciar la auditoría, tanto por cuestiones legales como administrativas. Se verá qué es lo que hay que revisar y, si es necesario, se comparará con periodos anteriores.
La auditoría propiamente dicha es la siguiente parte del proceso. Las personas auditoras hacen aquí todas las gestiones y comprobaciones necesarias, tanto de estado de situación como de causas, dependiendo del caso.
Las personas auditoras, finalmente, notificarán a la gerencia el fin de la auditoría, incluyendo la fecha. Por otra parte, redactarán un informe firmado indicando cuáles son las conclusiones, con los datos de que dispongan.
La auditoría ambiental se aplica en empresas de varios sectores con determinados fines. Y, como se puede ver, aporta varios beneficios si se hace correctamente. Es previsible que, en los próximos tiempos, sean más las compañías que tengan que cumplir con esta condición para operar legalmente.