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Las competencias organizativas son las habilidades que los empleados de una empresa necesitan desarrollar para que la misma pueda destacar y seguir siendo competitiva en el mercado. En conjunto, proporcionan un inventario de los comportamientos, habilidades y actitudes que conducen al éxito empresarial.
Ahondaremos en ejemplos de competencias organizativas un poco más adelante. Sin embargo, conviene agrupar estas habilidades o cualidades en diferentes categorías, como las siguientes:
El término competencia suele definirse como una combinación de habilidades, atributos y comportamientos que están directamente relacionados con la eficacia en el trabajo. Son importantes para todos los empleados independientemente de su ocupación, función o nivel.
Otra manera de entender cuáles son las competencias organizativas es dividirlas en tres niveles:
El éxito de una empresa en el mercado depende en buena medida de que sus empleados aporten una buena combinación, equilibrada, de estas competencias organizativas. En este sentido, conviene tener en cuenta que estas habilidades no definen lo que la empresa debe conseguir. No son una herramienta orientada a objetivos, sino a procesos. Definen cómo deben comportarse los empleados, de qué manera han de trabajar y que valores y directrices deben seguir.
El hecho es que no todos los empleados comparten el mismo grado de eficacia porque no todos son capaces de estimar el tiempo y esfuerzo que llevará realizar una tarea, o el impacto que la misma tendrá en los objetivos finales de la empresa. Por eso las competencias organizativas son muy valoradas. Al fin y al cabo, gracias a ellas se pueden aprovechar al máximo los recursos, cumplir con los tiempos de entrega y con los objetivos empresariales en general. De ahí que este tipo de cualidades sean muy valoradas en todos los empleados y, en especial, en los líderes,
Hablar de las competencias organizativas de manera abstracta puede resultar confuso, de manera que, a continuación, hemos desgranado una lista de ejemplos de habilidades organizativas.
La responsabilidad permite que se considere a un empleado fiable en todos los aspectos de su trabajo, puesto que se hace responsable de sus propias palabras y acciones y se puede confiar en él de manera constante.
La adaptabilidad consiste en mantener la eficacia cuando se experimentan cambios importantes que afectan a las tareas o al entorno laboral. Implica adaptarse de manera efectiva para trabajar dentro de nuevas estructuras, procesos, requisitos o culturas de trabajo. Por ejemplo, la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 puso a prueba la adaptabilidad de empleados y empresas al introducir el teletrabajo.
Es la asimilación y aplicación de nueva información relacionada con el puesto de trabajo.
Son competentes en este sentido quienes usan métodos adecuados y un estilo interpersonal flexible para construir un equipo cohesionado, lo que ayuda a facilitar la consecución de los objetivos.
Cercana a la creación de equipos, la construcción de alianzas es la identificación de oportunidades y la adopción de medidas para fomentar relaciones estratégicas entre el propio departamento y otras áreas de la empresa, equipos, departamentos, unidades u organizaciones para ayudar a lograr los objetivos comerciales comunes.
También relacionada con las dos anteriores. Las relaciones de trabajo se construyen a través del trabajo en equipo y la colaboración. Esta competencia consiste en el desarrollo y uso de relaciones de colaboración para facilitar el logro delos diferentes objetivos.
Ejercen esta competencia de manera óptima quienes satisfacen las necesidades del cliente de manera efectiva. Consiste en construir relaciones productivas con los clientes y asumir la responsabilidad de la satisfacción y lealtad de los mismos.
El coaching consiste en brindar orientación para ayudar a otros a fortalecer áreas específicas de conocimientos o habilidades necesarias para realizar una tarea o resolver un problema.
La competencia de comunicación hace que los empleados transmitan de manera efectiva información e ideas claras a través de una variedad de medios a individuos o grupos. También implica escuchar con atención, aclarando aquellos extremos que resulte difícil comprender y teniendo en cuenta diferentes puntos de vista.
Consiste en identificar activamente nuevas áreas de aprendizaje, crear y aprovechar las oportunidades para aprender y mejorar y utilizar los conocimientos y habilidades recién adquiridos en el trabajo y seguir aprendiendo a través de su aplicación.
La toma de decisiones es una competencia a través de la cual los empleados identifican y comprenden cuestiones, problemas y oportunidades. Comparan datos de diferentes fuentes para sacar conclusiones y usar enfoques efectivos para elegir un curso de acción apropiado o desarrollar soluciones adecuadas.
Como imaginas, estas competencias organizativas no son todas las que existen, sino una pequeña muestra. En realidad, todas aquellas habilidades que forman parte del modo en el que se desarrolla un determinado puesto de trabajo cabrían en el concepto de competencia organizativa.
Como has comprobado en el listado anterior, muchas de las competencias organizativas que las empresas valoran positivamente en los empleados son clave a la hora de planificar y trabajar en equipo. Cuando la mayoría de los empleados las poseen, el ambiente de trabajo mejora, se reduce en estrés, hay menos conflictos y la motivación aumenta.
Para desarrollar habilidades organizativas es importante saber que existen, pero la teoría no sirve de mucho más. Un enfoque práctico resulta mucho más efectivo. Así, lo ideal es tomar un objetivo determinado y trabajar en su consecución. ¿Cómo? Tomando las capacidades organizativas como directrices. Por ejemplo, no se puede ser más responsable sin serlo. Así que un buen paso para desarrollar esta habilidad concreta sería ponerla en práctica con cada acción que se lleva a cabo. Lo mismo para el resto de capacidades.
Una de las ventajas de los programas formativos de la Universitat Carlemany es que están diseñados para que nuestros estudiantes los lleven a cabo ejercitando las competencias organizativas. Por eso estamos seguros de que llegan al mercado de trabajo más capacitados para formar parte de las mejores empresas de cada sector.
Ahondaremos en ejemplos de competencias organizativas un poco más adelante. Sin embargo, conviene agrupar estas habilidades o cualidades en diferentes categorías, como las siguientes:
El término competencia suele definirse como una combinación de habilidades, atributos y comportamientos que están directamente relacionados con la eficacia en el trabajo. Son importantes para todos los empleados independientemente de su ocupación, función o nivel.
Otra manera de entender cuáles son las competencias organizativas es dividirlas en tres niveles:
El éxito de una empresa en el mercado depende en buena medida de que sus empleados aporten una buena combinación, equilibrada, de estas competencias organizativas. En este sentido, conviene tener en cuenta que estas habilidades no definen lo que la empresa debe conseguir. No son una herramienta orientada a objetivos, sino a procesos. Definen cómo deben comportarse los empleados, de qué manera han de trabajar y que valores y directrices deben seguir.
El hecho es que no todos los empleados comparten el mismo grado de eficacia porque no todos son capaces de estimar el tiempo y esfuerzo que llevará realizar una tarea, o el impacto que la misma tendrá en los objetivos finales de la empresa. Por eso las competencias organizativas son muy valoradas. Al fin y al cabo, gracias a ellas se pueden aprovechar al máximo los recursos, cumplir con los tiempos de entrega y con los objetivos empresariales en general. De ahí que este tipo de cualidades sean muy valoradas en todos los empleados y, en especial, en los líderes,
Hablar de las competencias organizativas de manera abstracta puede resultar confuso, de manera que, a continuación, hemos desgranado una lista de ejemplos de habilidades organizativas.
La responsabilidad permite que se considere a un empleado fiable en todos los aspectos de su trabajo, puesto que se hace responsable de sus propias palabras y acciones y se puede confiar en él de manera constante.
La adaptabilidad consiste en mantener la eficacia cuando se experimentan cambios importantes que afectan a las tareas o al entorno laboral. Implica adaptarse de manera efectiva para trabajar dentro de nuevas estructuras, procesos, requisitos o culturas de trabajo. Por ejemplo, la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 puso a prueba la adaptabilidad de empleados y empresas al introducir el teletrabajo.
Es la asimilación y aplicación de nueva información relacionada con el puesto de trabajo.
Son competentes en este sentido quienes usan métodos adecuados y un estilo interpersonal flexible para construir un equipo cohesionado, lo que ayuda a facilitar la consecución de los objetivos.
Cercana a la creación de equipos, la construcción de alianzas es la identificación de oportunidades y la adopción de medidas para fomentar relaciones estratégicas entre el propio departamento y otras áreas de la empresa, equipos, departamentos, unidades u organizaciones para ayudar a lograr los objetivos comerciales comunes.
También relacionada con las dos anteriores. Las relaciones de trabajo se construyen a través del trabajo en equipo y la colaboración. Esta competencia consiste en el desarrollo y uso de relaciones de colaboración para facilitar el logro delos diferentes objetivos.
Ejercen esta competencia de manera óptima quienes satisfacen las necesidades del cliente de manera efectiva. Consiste en construir relaciones productivas con los clientes y asumir la responsabilidad de la satisfacción y lealtad de los mismos.
El coaching consiste en brindar orientación para ayudar a otros a fortalecer áreas específicas de conocimientos o habilidades necesarias para realizar una tarea o resolver un problema.
La competencia de comunicación hace que los empleados transmitan de manera efectiva información e ideas claras a través de una variedad de medios a individuos o grupos. También implica escuchar con atención, aclarando aquellos extremos que resulte difícil comprender y teniendo en cuenta diferentes puntos de vista.
Consiste en identificar activamente nuevas áreas de aprendizaje, crear y aprovechar las oportunidades para aprender y mejorar y utilizar los conocimientos y habilidades recién adquiridos en el trabajo y seguir aprendiendo a través de su aplicación.
La toma de decisiones es una competencia a través de la cual los empleados identifican y comprenden cuestiones, problemas y oportunidades. Comparan datos de diferentes fuentes para sacar conclusiones y usar enfoques efectivos para elegir un curso de acción apropiado o desarrollar soluciones adecuadas.
Como imaginas, estas competencias organizativas no son todas las que existen, sino una pequeña muestra. En realidad, todas aquellas habilidades que forman parte del modo en el que se desarrolla un determinado puesto de trabajo cabrían en el concepto de competencia organizativa.
Como has comprobado en el listado anterior, muchas de las competencias organizativas que las empresas valoran positivamente en los empleados son clave a la hora de planificar y trabajar en equipo. Cuando la mayoría de los empleados las poseen, el ambiente de trabajo mejora, se reduce en estrés, hay menos conflictos y la motivación aumenta.
Para desarrollar habilidades organizativas es importante saber que existen, pero la teoría no sirve de mucho más. Un enfoque práctico resulta mucho más efectivo. Así, lo ideal es tomar un objetivo determinado y trabajar en su consecución. ¿Cómo? Tomando las capacidades organizativas como directrices. Por ejemplo, no se puede ser más responsable sin serlo. Así que un buen paso para desarrollar esta habilidad concreta sería ponerla en práctica con cada acción que se lleva a cabo. Lo mismo para el resto de capacidades.
Una de las ventajas de los programas formativos de la Universitat Carlemany es que están diseñados para que nuestros estudiantes los lleven a cabo ejercitando las competencias organizativas. Por eso estamos seguros de que llegan al mercado de trabajo más capacitados para formar parte de las mejores empresas de cada sector.