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La comunicación ambiental se refiere a la difusión de información o mensajes que están relacionados con el medioambiente. Pueden ir dirigidos al personal interno de una empresa como hacia el público en general. Su formato es múltiple, y puede consistir, por ejemplo, en realizar campañas informativas o en implementar políticas corporativas que promuevan prácticas responsables.
El objetivo de esta comunicación es generar conciencia sobre los problemas medioambientales que tenemos en la actualidad. Pero también educar a las personas para que busquen alternativas sostenibles. Es decir, que sean capaces de valorar el impacto que cada una de nuestras acciones tiene en el planeta y de encontrar alternativas que sean respetuosas con él.
En el caso de las empresas, la comunicación ambiental incluye la divulgación de informes de sostenibilidad; el fomento del green computing, que es el uso eficiente y responsable de la tecnología, y la promoción de un uso consciente de los recursos naturales.
Cuando la sostenibilidad se integra en la comunicación empresarial, las organizaciones participan en la creación de una cultura más consciente en torno al medioambiente. Pero, además, estarán mejorando su imagen corporativa.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son un conjunto de 17 objetivos que fueron propuestos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2015. Se centran en erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todas las personas. Estos objetivos abarcan diferentes áreas, como la salud, la educación, la igualdad de género, la energía limpia y accesible y la acción por el clima, entre otros.
Cada uno de los ODS tiene unas metas específicas que se esperan alcanzar para 2030. Sin embargo, para poder lograrlos, es necesario que tanto gobiernos como empresas y sociedad civil tomen medidas concretas. Es aquí cuando entra en juego la comunicación ambiental, puesto que facilita la difusión de información sobre estas y moviliza a los diferentes actores a tomar acción.
La comunicación ambiental es una herramienta imprescindible para impulsar el cumplimiento de estos objetivos. La sociedad tiene que sensibilizarse acerca de su importancia y de cómo los problemas medioambientales tienen un impacto directo en nuestra vida. No solo en el momento actual; sino también en las generaciones futuras, que son las que experimentarán todas las consecuencias de la situación actual.
Cuando la sociedad está concienciada, resulta más sencillo poner presión sobre los gobiernos y las empresas. Ambos son, al fin y al cabo, quienes tienen el poder de tomar decisiones globales y locales, que puedan revertir la problemática y el daño actuales.
Por ejemplo, el control ambiental dentro de una organización puede estar directamente relacionado con el ODS 12, que se centra en la producción y el consumo responsables. De manera similar, el green computing puede contribuir al ODS 13, que se centra en la acción por el clima, al reducir la huella de carbono de las operaciones tecnológicas de una empresa.
La comunicación ambiental también permite a las empresas identificar cómo sus acciones contribuyen a los ODS. Esto, a su vez, mejora su reputación y fortalece su compromiso con la sostenibilidad. En consecuencia, puede atraer a una clientela más consciente y a quienes deseen invertir en proyectos sostenibles.
En función del tipo de empresa del que se trate, las acciones a realizar serán unas u otras. Hay que tener en cuenta el sector, la actividad, el tamaño o los recursos con los que cuenta. En cualquier caso, siempre es posible modificar las prácticas o los procesos para que sean más sostenibles y respetuosos con el medioambiente y con la sociedad en general.
A continuación, vamos a ver algunos consejos para implementar de forma eficaz la comunicación ambiental.
El primer paso para implementar una estrategia de este tipo es asegurar que la sostenibilidad forma parte de la cultura corporativa. Es decir, quetoda la plantilla, desde el equipo directivo a los puestos operativos, deben comprender la importancia del respeto al medioambiente y lo incorporen en sus tareas diarias.
Para ello, las empresas deben ofrecer formación constante sobre control ambiental, promover prácticas sostenibles y asegurar que cada decisión que se tome, tiene en cuenta el impacto ambiental.
El green computing es una de las estrategias más efectivas para reducir el impacto ambiental de las empresas. Implica el uso de la tecnología y un consumo energético eficiente para reducir la huella de carbono.
La comunicación ambiental debe incluir la promoción de tecnologías sostenibles, la digitalización de procesos, eventos sostenibles y el uso responsable de recursos tecnológicos, como la nube o servidores más eficientes.
Además de realizar prácticas internas sostenibles, los cambios y loros se deben comunicar públicamente y con transparencia. Los stakeholders, que son clientes, empleados e inversores, entre otros, deben conocer las políticas y acciones en materia de sostenibilidad. Por ejemplo, se publicaran informes de sostenibilidad, comunicados de prensa, campañas en redes sociales o incluso charlas informativas dentro de la empresa. La información debe ser accesible y fácilmente comprensible.
En línea con el punto anterior, no basta con hacer divulgación de información, sino que hay que medir y evaluar los avances de la empresa hacia los ODS. Para ello, se establecerán indicadores que permitan cuantificar el impacto de las acciones sostenibles.
Las métricas y datos concretos servirán para comunicar los resultados obtenidos. Así podrán incrementar la credibilidad de sus acciones y ajustarlas cuando sea necesario para cumplir con sus objetivos.
Por último, la comunicación ambiental no debe ser un esfuerzo aislado. Se puede colaborar con otras empresas, ONG, gobiernos y la sociedad civil en iniciativas conjuntas para potenciar el impacto. Compartir experiencias y recursos permite que las empresas y demás agentes implicados aprendan unos de otros y se trabaje de forma más eficiente hacia la consecución de los ODS.
La comunicación ambiental es necesaria para mejorar la sostenibilidad empresarial, pero también para cumplir los ODS y garantizar un futuro más respetuoso con el medioambiente y con todas las personas que habitan y habitarán el planeta.
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