Lo primero que hay que señalar es que siempre ha existido economía colaborativa, de una u otra manera. El trueque o el trabajo comunitario en los campos, que ya se daba en la Antigüedad, eran modelos colaborativos. Eso sí, gracias a internet, las posibilidades se han multiplicado.
Podemos, pues, definir la economía colaborativa como el conjunto de acciones que las personas usuarias de un servicio o producto hacen en red, prestando, compartiendo, comprando, vendiendo o alquilando. La clave, pues, está en la horizontalidad.
Las fórmulas existentes de economía colaborativa son diversas y, además, aparecen nuevas fórmulas con rapidez. Por lo tanto, no está de más que las conozcamos.
Los tipos de economía colaborativa que existen son diversos. Aquí hacemos referencia a los más importantes:
Existen numerosas plataformas, tanto físicas como, sobre todo, digitales, para compartir bienes y servicios. Las iniciativas de compartir coche son un claro ejemplo.
El conocimiento abierto es otra de las características para la colaboración. ¿Por qué? Simplemente, porque aquí el objetivo es difundir conocimiento abierto. Esto se puede dar con portales gubernamentales o privados. Adicionalmente, en ocasiones los usuarios también pueden editar la información.
La producción colaborativa es otro de los modelos que existen. Básicamente, consiste en espacios en los que se colabora para la producción de bienes o servicios. En el ámbito físico, nos referiríamos a los coworking, mientras que en internet serían plataformas virtuales de empresa.
Las finanzas colaborativas han emergido con el uso de internet, puesto que permite conectar a personas desconocidas. Por lo general, se enfocan a actividades sin ánimo de lucro y pueden ser préstamos o donaciones. Hoy existen numerosas plataformas virtuales que cumplen esta función.
Los modelos de economía colaborativa han ganado peso en los últimos años por varios motivos. Por un lado, los periodos de recesión, que han obligado a hacer un uso más racional de los recursos. Otra cuestión es la necesidad de intercambiar o vender artículos que, antes, no tenían comprador. Finalmente, conviene recordar que las distancias obligan, muchas veces, a trabajar de forma virtual y esto promueve los espacios de coworking
Como se puede ver, hay muchas razones que hacen que este tipo de modelos sean crecientemente importantes.
La economía colaborativa proporciona grandes ventajas a los usuarios. Estas son las más importantes:
Una de las principales ventajas de estos modelos es que se puede conseguir un ahorro evidente en el consumo. Las plataformas de viaje compartido, por ejemplo, consiguen ese objetivo.
La sostenibilidad es otro de los puntos que no hay que obviar cuando se trata de hablar de modelos colaborativos. Se reducen los consumos y eso lleva a aminorar la huella de carbono.
Los modelos de economía basada en la colaboración proporcionan mejores precios.Eficiencia en el trabajo
La eficiencia en el trabajo es otro de los elementos favorables que no se deben obviar. El trabajo en red, que se consigue en un coworking o en una plataforma de internet, permite lograr mejores resultados.
Los distintos portales especializados en este tipo de economía proporcionan una mayor oferta de bienes y servicios. Por lo tanto, es una manera de poner en el mercado opciones que, de otra manera, no estarían.
La economía colaborativa tiene varios ejemplos de éxito en numerosos sectores de actividad. ¿Quieres saber más? Echa un vistazo a estas compañías:
La Wikipedia es, probablemente, el ejemplo más claro de colaboración global. Esta enciclopedia en línea, que nació en 2001, hoy está disponible en 326 idiomas y es una referencia mundial para consultas rápidas. Y la ventaja es que son las personas usuarias las que pueden editar y redactar nuevos artículos.
Blablacar es una plataforma de carsharing que permite compartir el vehículo en un viaje determinado. La persona que conduzca el coche tendrá derecho a recibir un dinero a cambio, normalmente para cubrir parte de los costes en combustible o peajes.
Waze es una plataforma colaborativa que puedes descargar en formato app. ¿El objetivo? Que conozcas el estado del tráfico en un determinado momento y lugar. Por sus funcionalidades, gracias al trabajo de la comunidad, se ha convertido en un competidor de Google Maps.
El portal Vrbo es una alternativa interesante para aquellas personas que quieren ir de vacaciones. La razón es que se ha especializado en casas rurales y de campo, así que es una opción a considerar para este perfil de clientela.
La opción Airbnb está concebida para poner en contacto a propietarios de viviendas y personas que quieren ir de vacaciones. Dado que está presente en todo el mundo, se ha convertido en una referencia para quien busca turismo urbano low cost.
La página Wallapop es el lugar por excelencia para comprar y vender objetos de segunda mano. Es posible encontrar casi cualquier artículo, de ahí que tenga una gran popularidad en todas las edades. Si se quiere ahorrar un dinero importante, esta es una posibilidad que no se debe desdeñar.
Es imposible cerrar este capítulo sin hablar del portal de subastas eBay, uno de los primeros en entrar en el mundo de la economía colaborativa. Básicamente, consiste en la venta de distintos objetos al mejor postor, con un tiempo determinado. En los últimos años, ha evolucionado hasta convertirse en un e-commerce convencional con multitud de referencias.
La economía colaborativa es un modelo que ha venido para quedarse. La economía colaborativa fomenta el uso eficiente de recursos al compartir bienes y servicios, reduciendo el desperdicio y el consumo excesivo. Además, promueve la inclusión económica al permitir que individuos y pequeñas empresas participen en actividades comerciales de manera más accesible. También contribuye a la reducción de la huella ambiental al optimizar el uso de activos existentes. Por todas estas ventajas que aporta a la sociedad, resulta interesante conocer más sobre ella y participar de manera activa en su desarrollo.