La edafología es una de lasCiencias Ambientales fundamentales y con múltiples aplicaciones. ¿Quieres saber más? Aquí te proporcionamos detalles.
La edafología es una ciencia que forma parte de la geología. En este caso concreto, lo que hace es analizar los suelos y los organismos que crecen dentro o encima de estos. El análisis no solo es el estudio, sino también la comparativa.
En definitiva, esta es una forma de conocer directamente cómo funcionan los suelos. Y, además, tiene múltiples aplicaciones, tanto en el ámbito profesional como de conservación medioambiental.
Las ciencias ambientales tienen una serie de implicaciones prácticas. Además, has de tener presente que estas están interrelacionadas en determinados casos y hay que entenderlas como un todo. Y, cuando se trata de analizar los suelos, esto se puede hacer desde varias perspectivas. Son las siguientes:
Los suelos tienen una composición química y conocer cuáles son las sustancias que los componen es clave. Por esta razón, el análisis de un suelo ha de tener presente, sí o no, esta parte. Y esto se puede entender desde una perspectiva actual para decidir si cultivar, construir o no o para aprovechar sus propiedades, pero también para ubicarlos temporalmente.
La física es otra de las disciplinas en las que la edafología tiene implicaciones. Y no ha de extrañar, puesto que los movimientos generan una determinada composición del suelo y modelado. También has de pensar que agentes erosivos como el viento o la nieve tienen un papel relevante. Por lo tanto, cualquier análisis de los suelos, no puede obviar esta circunstancia.
La bioquímica analiza cuáles son los efectos en los organismos vivos que hay en o sobre los suelos. Dicho de otra forma, gracias a conocer su composición, es posible saber qué va a suceder. Y esto se puede hacer desde una perspectiva natural o animal. Esto es especialmente relevante cuando se trata de suelo para cultivos.
Los motivos por los que esta disciplina es importante son múltiples. Y, además, son de varios tipos, de manera que aquí podemos indicar cuáles son los más importantes:
El estudio de las características de los terrenos es imprescindible para planificar a medio y largo plazo. Algo que parece sólido puede no serlo tanto y eso, a la larga, puede traer problemas. Además, sin conocer un terreno, no se puede tomar una decisión vinculante. Por esa razón, es sumamente importante que lo tengas en cuenta.
Conocer la flora o la fauna de los suelos es clave para saber si estos son aptos para el cultivo. Pero es que, además, tienes que saber qué tipo de cultivos son o no compatibles. Por ejemplo, por materiales, por nivel de PH o por exposición a la humedad. Todos estos aspectos son esenciales para decidirte. No en vano, de lo que se trata es de que cualquier decisión de inversión se haga por criterios racionales.
El ser humano es un agente que influye en el suelo y, por lo general, de forma erosiva. Gracias a esta disciplina, podemos datar los cambios en las características de un suelo. Encontrarás cambios a lo largo de millones de años, pero otros son mucho más recientes. Por razones múltiples, algunos cambios son responsabilidad humana.
La construcción de un puente, de una carretera o de una casa tiene que hacerse sobre cimientos sólidos. Y no es un secreto que conocer la dinámica de un suelo es fundamental para minimizar los riesgos. Esto no es posible sin la edafología.
La edafología tiene varias maneras de manifestarse y plasmarse. Anteriormente, ya hemos dicho que se puede trabajar desde perspectivas de la física, la química y la bioquímica. Aquí te proporcionamos algunos ejemplos prácticos:
La cartografía de los suelos es imprescindible en la mayoría de las disciplinas. Y esto obliga a hacer un análisis previo físico. Si vemos un mapa de geografía física, este es uno de los puntos a tener presentes. Pero, evidentemente, esto da lugar a un trabajo previo por parte de profesionales de la geología. Por lo tanto, la elaboración de mapas de suelos facilitará una representación gráfica de las superficies.
El análisis morfológico de los suelos comprueba cuáles son los componentes y los diferencia. Está claro que, en este caso, se tiene que entrar en un nivel de detalle mayor. Si bien tiene una relación directa con las cartografías, porque este paso es necesario, primero hay que comprobar las formas, el tamaño, su interrelación y la disposición. Todo esto es relevante, habida cuenta de que cada parcela o terreno es una parte a analizar individualmente.
La analítica química de los suelos es, también, relevante. Saber los distintos componentes, así como su nivel de alcalinidad (PH) es decisivo si quieres cultivar, para saber si un suelo va a dar de sí. Y, por supuesto, también servirá para saber si tiene una cimentación sólida. Para esto, por lo general, lo que se hace es tomar como referencia muestras y analizarlas. Hoy, para cualquier trabajo nuevo en zonas no explotadas, se dará este paso.
La composición química de un suelo te dará una idea de qué tipo de flora y fauna se puede dar. Pero, por sí sola, no es determinante, porque también hay que tener en cuenta las condiciones ambientales y el efecto antropogénico. En consecuencia, la analítica de la flora y la fauna de los suelos complementará el análisis químico; por lo general, lo que se hará será tomar muestras.
La edafología es una disciplina de las ciencias ambientales clave para múltiples aplicaciones prácticas. Tanto para obra civil, como para planificación urbanística como para cultivos o construcción, hay que conocer la composición de los suelos.