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La educación ambiental es un concepto muy importante en la actualidad, sobre todo si se tiene en cuenta que la sociedad cada vez está más concienciada con la necesidad de trabajar todos juntos en pos de un futuro mucho más sostenible para todo el mundo. En este sentido, un Bachelor en Ciencias Ambientales enseña a que las personas puedan interactuar adecuadamente con el entorno que les rodea. Y este tipo de formación ayuda a que la sociedad aprenda más sobre los problemas y retos que tiene el medio ambiente, y de cómo se puede mejorar.
La educación es un aspecto esencial del movimiento ambiental. Es importante que este conocimiento llegue a todos, lo que significa que la educación ambiental no es solo algo sujeto al aula, sino que también está abierta a las comunidades, instituciones u organizaciones. Todas las personas, empresas e instituciones tienen una responsabilidad con la naturaleza: reducir al máximo el impacto negativo.
Es posible definir este concepto de educación ambiental como un proceso que ayuda a los individuos, las comunidades y las organizaciones a aprender más sobre el medio ambiente, y a desarrollar habilidades y comprensión sobre cómo abordar los desafíos globales. Tiene el poder de transformar vidas y sociedades, informa e inspira, influye en las actitudes y crea la motivación necesaria para ponerse en acción. Sin duda, es una herramienta clave para ampliar la base del movimiento ambiental y crear comunidades más sanas y comprometidas cívicamente.
Este campo se caracteriza por sus fundamentos, entre los que se incluye un enfoque en personas de todas las edades. Se centra en la importancia de la educación experimental e interdisciplinaria, y en ayudar a todos los ciudadanos a desarrollar habilidades de resolución de problemas y de toma de decisiones. Además de comprender cómo ser un ciudadano comprometido cívicamente, y a crear una sociedad más diversa, inclusiva y equitativa para todo el mundo. La educación ambiental también promueve cuestiones sociales clave, desde los Estándares Científicos de la Próxima Generación, hasta la educación sobre el cambio climático.
Los programas más eficaces tienen un claro componente de "acción" cuyo objetivo es fomentar decisiones y acciones responsables y duraderas que repercutan en nuestros barrios, nuestra comunidad y el medio ambiente. Además, da cabida al pensamiento global, al aprendizaje cooperativo y al desarrollo de habilidades de resolución de problemas y de pensamiento crítico. Sin duda, es una oportunidad para todos y puede ser muy útil si se integra en un plan de estudios.
El medio ambiente sostiene toda la vida en la tierra. Proporciona alimento e inspiración. La economía se nutre de un medio ambiente sano, y cada vez son más las investigaciones que dicen que el tiempo que pasamos en la naturaleza ofrece beneficios físicos y psicológicos.
La identidad personal y cultural suele estar ligada al entorno que nos rodea. Al mismo tiempo, es imposible no estar profundamente preocupados por los desafíos ambientales, sociales y económicos sin precedentes a los que nos enfrentamos como sociedad global. Desde el cambio climático y la pérdida de especies y hábitats, hasta la disminución del compromiso cívico, la reducción del acceso a la naturaleza, la creciente brecha de riqueza y otras amenazas a nuestra salud, seguridad y supervivencia futura. La educación ambiental ayuda a los individuos a aprender más sobre el medio ambiente y a desarrollar habilidades para investigar su entorno. Además de tomar decisiones inteligentes e informadas sobre cómo pueden ayudar a cuidarlo.
Asimismo, la educación medioambiental es un amplio paraguas que se centra en crear un futuro más sostenible utilizando el poder de la educación. No es solo un proceso de aprendizaje, sino una profesión que se centra en el uso de las mejores prácticas en la educación. Algo necesario para ayudar a crear un cambio social para abordar los problemas sociales y ambientales que enfrenta la sociedad. Además, los educadores medioambientales trabajan en todos los segmentos de la sociedad y colaboran para que la gente entienda el proceso científico, utilizando los datos para ayudar a proteger las especies, el hábitat, las distintas comunidades y los procesos ecológicos.
Son muchos los beneficios que proporciona. En primer lugar, cabe señalar que despierta la imaginación y hace que la creatividad aflore. Cuando se integra en un plan de estudios, los alumnos se vuelven más comprometidos y entusiastas. Lo que contribuye a que el rendimiento mejore considerablemente.
Por otro lado, quienes reciben esta formación se sienten más capaces de descubrir la motivación de las cosas y decidir acerca de cuestiones más difíciles. Se potencia el pensamiento crítico, convirtiéndose en personas más informadas. En la misma línea de lo mencionado, la educación ambiental permite tener una visión más global de los problemas, digamos, permite ver el panorama completo, lo que favorece la tolerancia con otras formas de pensar.
Además de todo lo anterior, la educación ambiental permite que las personas disfruten mucho más del entorno que les rodea, valorando más la diversidad natural del planeta.
El día de la educación ambiental se celebra el 26 de enero y es la efeméride anual de concienciación sobre la necesidad de mantener nuestro entorno. Se remonta a 1975, cuando la ONU organizó el Seminario de Educación Ambiental en Belgrado (Serbia).
La Agenda 2030 es una fecha clave en las políticas de educación ambiental y en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Aquí indicamos cuáles son los futuros objetivos que tienen los proyectos de educación ambiental:
En primer lugar, la educación ambiental busca una concienciación colectiva. Y, obviamente, en los próximos años se buscará aumentar esa cifra.
Las herramientas individuales de concienciación son otro de los elementos a lograr. Es decir, que las personas sepan cómo actuar de una forma sostenible y qué medios usar en cada caso.
Los proyectos educativos ambientales tienen que servir para que estos principios se apliquen cotidianamente. Por ejemplo, en el consumo o en la compra.
El mundo está cambiando, y la educación ambiental puede ser el problema más importante que enfrenta la sociedad. Con más de 1.400 millones de toneladas de plástico en los océanos, no hay lugar para la ignorancia. Educar a las personas y comunidades sobre la importancia del reciclaje, preservar los hábitats naturales y cuidar el planeta garantizará un futuro mejor para todos.
La educación ambiental es fundamental para proteger el medio ambiente, la vida silvestre y los recursos para las generaciones actuales y futuras. Es importante educar sobre el medio ambiente para que se pueda comprender la importancia de cuidar el planeta. Esos conocimientos sobre su entorno son tan importantes como educar sobre el mundo. Y es que las personas deben aprender a cuidar y mantener la tierra para que pueda sustentar la vida en el futuro.