El papel de la educación a la hora de preparar a los estudiantes para que piensen de forma crítica y tomen decisiones razonadas es fundamental. También, para que participen de manera significativa en la vida y la sociedad. Por esa razón, el empoderamiento en la educación es un elemento clave, ya que fomenta que el alumno se sienta legitimado para desarrollarse como persona. Esto se lleva a cabo en un entorno de aprendizaje especialmente diseñado para que promueva la exploración profunda. Además de la investigación impulsada por la curiosidad, y la exploración de ideas.
De esta manera, los educadores pueden ayudar a garantizar que los estudiantes desarrollen las habilidades necesarias para el pensamiento crítico y las habilidades para la resolución de problemas. Competencias que son valoradas por los empleadores, y que conducen al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Si bien este es un concepto que se puede aplicar a cualquier sector, la educación también puede verse muy beneficiada por el mismo. Se trata, a grandes rasgos, de responder a la pregunta de cómo se puede aumentar la percepción de la capacidad de uno mismo. Algo que conlleva, a su vez, mayores logros, y en educación mejores resultados. Este proceso genera un sentido muy fuerte de autoeficacia y motivación.
La educación es uno de los elementos clave que puede ayudar a crear un mundo mejor. Es un recurso de infinito valor que tiene el potencial de transformar vidas. Pero, también, de crear comunidades más prósperas al preparar personas con habilidades para el éxito económico.
El empoderamiento en la educación consiste en brindar apoyo específico a los estudiantes. En enseñarles cómo comprender y procesar la información, y proporcionar las habilidades para empoderarse, valga la redundancia, a sí mismos. Los centros educativos de todo tipo deben proporcionar planes de aprendizaje más individualizados para los alumnos. Por supuesto, también las universidades, como agentes y motores del cambio. Necesitan enseñar a los estudiantes cómo administrar su tiempo, priorizar tareas, establecer metas, acceder a recursos, comunicarse de manera efectiva con otros, tomar decisiones usando la lógica sobre las emociones...
En un mundo en el que el acceso a la información es cada vez mayor, las oportunidades de aprender van mucho más allá del aula. La docencia es una profesión con una ventana de oportunidad limitada, y los maestros deben saber cómo capacitar a sus estudiantes para que puedan mantenerse al día con el mundo que evoluciona de forma continua.
El empoderamiento en la educación puede lograr que los estudiantes se sientan mucho más motivados. Este sentimiento se puede lograr mediante varias técnicas diferentes. Una forma es permitir que los alumnos tomen decisiones por sí mismos sobre su aprendizaje. Otra forma es preguntarles a los estudiantes cómo se sienten acerca de lo que están haciendo en la clase, y luego trabajar con ellos para encontrar formas en las que puedan conseguir más de lo que quieren.
Sin lugar a dudas, el primer paso para empoderar a los estudiantes en el aula es reconocer que no todos venimos del mismo lugar, y que no todos comenzamos en el mismo punto. Es necesario que los maestros y educadores piensen en sus aulas como un lugar donde los alumnos pueden encontrar su voz, no solo como un lugar donde se les dice qué hacer.
¿Qué significa estar empoderado como docente? ¿Qué pasa cuanto más lo están los profesores? Es de las formas más importantes de empoderar a los estudiantes.
En los últimos años, se ha puesto el foco en capacitar a los docentes para que traten de mejorar el rendimiento de los estudiantes de manera efectiva. Una de las formas en que se ha logrado es haciendo que los profesores se sientan más empoderados dentro de sus aulas. Hay muchos aspectos que pueden ayudar a los profesores en este sentido. Y es que ellos son, sin duda alguna, la columna vertebral de esta sociedad, y hay que formarlos y dejar en sus manos todas las herramientas necesarias para que lleven a cabo mejor su trabajo. Esa es la mejor forma de empoderamiento para ellos.
Es básico que el docente se sienta empoderado, con la capacidad de actuar de forma autónoma en lo que se refiere a su trabajo. Uno de los problemas más importantes a los que se enfrenta nuestra sociedad es el de la educación. La enseñanza se ha convertido en una profesión cada vez más difícil, con el nivel de comprensión requerido para ser un educador hoy más alto que nunca. Los profesores a menudo se sienten frustrados y desanimados por su trabajo, lo que puede llevar a una disminución del rendimiento de los estudiantes. La solución es capacitar a los docentes con las mejores herramientas para ayudarlos a tener éxito en sus carreras; esa es la única manera de conseguir que empoderen a los estudiantes.
La importancia está, resumiendo mucho, en que sin ellos sentirse motivados y valorados, no pueden transmitir lo mismo a los alumnos.
Ya se ha dicho antes que el hecho de impartir conocimientos para aumentar el potencial y la confianza de los estudiantes es una forma de empoderarles. También lo es abrazar la innovación en la forma de enseñar, creando una educación inclusiva y comprometida.
Es imperativo que las escuelas creen un entorno de aprendizaje que motive a los estudiantes a aprender, pero también a los profesores a enseñar. Las instituciones educativas necesitan desarrollar un sentido de comunidad y cultura donde los docentes sean respetados, apoyados y provistos de los recursos necesarios para tener éxito.
A modo de conclusión, es posible decir que las universidades pueden crear de una manera efectiva un entorno de aprendizaje empoderador al establecer relaciones positivas entre docentes y estudiantes. Así como proporcionar a los profesores todos los recursos que necesitan para tener éxito, ser conscientes de la diversidad dentro de su entorno escolar y ser proactivos al hacer todo lo posible para promover el éxito de todas las partes interesadas.