La epidemiología ambiental estudia el medio ambiente y su relación con la epidemiología, por lo que en la Universitat Carlemany te contamos en qué consiste, y qué retos tiene para los próximos años y décadas.
La epidemiología ambiental podemos definirla como la «aplicación del método epidemiológico al estudio de las consecuencias para la salud derivadas de la exposición involuntaria a factores de riesgo presentes en el ambiente físico: agua, aire, alimentos y suelo.» (Steenland y Savitz, 1997).
Es una definición un tanto restrictiva, ya que no contempla de forma específica el efecto de otros ambientes como el económico, político, social o cultural sobre la salud. Por otro lado, también formaría parte el estudio de los problemas de salud procedentes de la exposición al ambiente laboral.
Sin embargo, la epidemiología ocupacional se considera, debido a su importancia sanitaria y metodología particular, una entidad independiente a la ambiental.
La consideración moderna de la epidemiología ambiental como subespecialidad de la epidemiología es reciente y está aunada por dos factores esenciales. Por un lado, el interés de sectores de opinión por los efectos sobre la salud humana y animal de la evolución industrial y tecnológica. En segundo lugar, la evolución de la metodología del estudio del efecto del ambiente en la salud humana (mejores técnicas de medición de contaminantes en el ambiente o en el individuo o la aplicación de técnicas novedosas de análisis en la distribución geográfica de problemas de salud).
Hablamos del desarrollo de sistemas de información geográfica (SIG), programas informáticos específicos ideados para almacenar, analizar y configurar datos epidemiológicos y ambientales.
Tanto la salud como el bienestar de las personas están estrechamente vinculados con el estado del medio ambiente. Los entornos naturales de calidad disponen de necesidades básicas como son buena calidad de aire y agua, tierras fértiles y materias primas para la producción.
De igual modo, el medio ambiente es un importante elemento de exposición humana al aire contaminado, al ruido y productos químicos que afectan a la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su Informe sobre la Prevención de Enfermedades mediante un Medio Ambiente Sano, determina que los factores de estrés ambientales suponen hasta un 18% de los fallecimientos en los 53 países europeos. Sin duda, una mejor calidad del aire, el agua y un menor ruido evitan enfermedades y mejora la salud de las personas.
La OMS identifica una lista de factores de riesgo en el medioambiente que puede afectar a nuestra salud:
Agua, saneamiento e higiene deficientes.
Radiación ionizante y ultravioleta.
Riesgos laborales.
Entornos urbanizados, carreteras y viviendas.
Contaminación del aire (al aire libre y en entornos cerrados).
Agentes químicos y biológicos.
Ruido ambiental.
El uso deplaguicidas y aguas residuales en prácticas agrícolas.
Cambio clim ático.
La total dependencia del medio ambiente nos hace vulnerables ante los cambios ambientales, como es el caso del cambio climático y sus consecuencias directas sobre la salud de las personas.
La epidemiología ambiental tiene por delante una serie de retos que vamos a comentar a continuación:
Los futuros profesionales se enfrentarán a un mundo caracterizado por una esperanza de vida más larga, aunque con mayores enfermedades crónicas. Asimismo, cambios en la distribución geográfica de la población, que continuará migrando de zonas rurales a urbanas. A su vez, se prevé que el 90% del crecimiento de la población se concentrará en África (Nigeria) y Asia (China e India).
La epidemiología ambiental futura tratará una de las mayores amenazas para la salud mundial: el cambio climático. Las olas de calor incidirán sobre una población cada vez más envejecida.
Al mismo tiempo, las sequías podrían crear inseguridad alimentaria, malnutrición o proliferación de enfermedades como el E. coli o el cólera, sin olvidar las enfermedades transmitidas por vectores ante el aumento de las temperaturas. Y se añadiría el aumento de químicos a los que la población estaría expuesta.
La tecnología supondrá oportunidades y grandes retos, como el de impedir que las capacidades tecnológicas sean las que marquen una agenda científica por encima de las prioridades de salud física.
Una mayor cantidad de datos geolocalizados permitirá la entrada de la epidemiología ambiental en países con rentas bajas y medias. Las mediciones con satélite, redes sociales y atención sanitaria mediante dispositivos móviles tendrán una mayor importancia.
La tendencia es que la epidemiología ambiental use tamaños de muestra cada vez mayores. Esto necesitará de un desarrollo de nuevas técnicas estadísticas para hacer frente a la complejidad de los datos.
Por otro lado, cobrará mayor importancia la ciencia ciudadana para enriquecer el modelo de producción científica que, hasta ahora, se mantiene centrado en análisis individuales.
Una vez establecidos los retos, hay que tener en cuenta ciertas recomendaciones de problemas que la epidemiología ambiental tiene que subsanar o de la que apenas tiene influencia:
Priorizar un envejecimiento saludable junto con la comprensión de los efectos del medio ambiente sobre las dolencias vinculadas con la edad.
Corregir la falta de información en determinados países o grupos poblacionales que hay en la actualidad y conseguir una distribución más equitativa de los datos.
Mejorar la obtención de datos para reducir la carga de los participantes en estudios.
Adoptar marcos teóricos que ayuden a manejar la complejidad y estudiar la salud como un todo.
Formalizar el análisis de datos para reducir la subjetividad.
Formar a futuros epidemiólogos en nuevas técnicas estadísticas en un marco de trabajo transdisciplinar.
Si estás interesando en saber más y estudiar sobre la epidemiología ambiental, contacta con nosotros y resolveremos tus dudas sin compromiso.