Dentro de todas las disciplinas que cubren las conocidas como ciencias ambientales, la hidrología es quizá una de las más desconocidas. Pero el alumnado del Bachelor Online en Ciencias Ambientales, conocidos popularmente como ambientólogas y ambientólogos, han estudiado sus fundamentos. Por tanto, conocen exactamente qué estudia y la importancia que tiene. ¿Quieres saberlo tú también? Te lo contamos.
¿Qué estudia la hidrología y cuál es su importancia?
La hidrología es la rama de las ciencias ambientales que estudia el agua que hay en el planeta, y sus dinámicas. Tanto en los ríos y en los mares y océanos, como en el resto de la superficie de la tierra, pero también en la atmósfera. Lo hace, entre otras cosas, estudiando sus propiedades mecánicas, químicas y físicas. Asimismo, también su circulación y distribución, y la manera que tiene de fluir por las distintas regiones y zonas.
Esto sí, hay un aspecto relacionado con el agua que no cubre: las aguas subterráneas. De las aguas que hay y circulan bajo tierra, se ocupa otra ciencia relacionada con el agua: la hidrogeología.
En este sentido la hidrología puede, en ocasiones, confundirse con la hidrografía, que también tiene como objeto de análisis la medida y recopilación de datos hidrológicos y su transcripción a un mapa o a un documento que esté relacionado con la cartografía. Se ocupa, por tanto, de un campo mucho más reducido que el de la hidrología.
Estudiar el agua de la superficie, y cómo se comporta y desplaza, es extremadamente importante para muchos campos. Por ejemplo, para el consumo humano, para muchos sectores de la industria. Incluso se utiliza como fuente de energía.
Por todo esto, entre otras cosas, el agua es un elemento indispensable en todo tipo de proyectos. Además de marcar, a lo largo de centenares y miles de años, la orografía de los lugares por los que discurre. Por tanto, es muy importante para las áreas de geografía y geología. También para la ingeniería civil, pues el agua tiene relevancia en cómo abordar distintas construcciones civiles.
¿Cuáles son las fases del ciclo del agua?
Uno de los temas que se estudian en hidrología es el ciclo del agua. Es decir, el proceso que sigue la circulación del agua en la Tierra. A lo largo de este ciclo, el agua se transforma por la acción de los elementos, el frío y el calor. Asimismo, se desplaza, y en ocasiones recorre distancias largas y atraviesa todos los estados: gaseoso, líquido y sólido.
El agua en estado líquido está en ríos, lagos y mares. En estado gaseoso está en la atmósfera, y en estado sólido en zonas frías, como en los polos y en zonas de temperaturas que habitualmente están por debajo de cero. Y en su estado, y por tanto en el ciclo del agua, intervienen diversos factores relacionados con el ambiente, como la energía del sol y el viento.
Los procesos y fases del ciclo del agua no tienen fin, sino que se repiten de manera cíclica, uno tras otro. Y gracias a él, no solo podemos contar con agua cuando la necesitamos: el mencionado ciclo del agua también contribuye al mantenimiento de la Tierra y a la regulación del clima.
Este 'recorrido' del agua está compuesto por cuatro procesos: evaporación, condensación, precipitación y recolección. La primera empieza al evaporarse el agua y subir hacia la atmósfera. En estado líquido se evapora de manera natural, por la acción del sol, que calienta el agua. Pero también se da en los seres vivos, por la transpiración de las plantas y el sudor de los animales.
La fase de condensación se da gracias a la colaboración del viento en la atmósfera. Cuando el vapor de agua llega muy alto, a cientos de metros de la superficie terrestre, empieza a moverse a causa del viento. Y cuando asciende todavía más -debido a las bajas temperaturas que hay en las capas más altas de la atmósfera- empieza a condensarse, recuperando el estado líquido. En ese momento, solo se generan gotas de agua, y pasan a acumularse en las nubes, que cuantas más gotas de agua tienen, más oscuras son.
La tercera fase del ciclo del agua llega con la lluvia, que hace acto de presencia cuando las gotas que hay en las nubes son muy numerosas. A ríos y océanos, también al suelo, y en muchos casos se filtra a su través, para en muchos casos volver en ríos a la superficie. En ocasiones, forma acuíferos por debajo de la corteza terrestre. Además de en forma líquida, también puede precipitar en formato sólido, como granizo o nieve, que se fundirá ya cuando llegue al suelo para formar agua.
En la última fase del ciclo del agua, con el agua en la superficie del planeta, se procede a su recolección. Una parte va a ríos, lagos y océanos, otra, la aprovechan los seres vivos de manera directa. Y una tercera parte se filtra a través del suelo y pasa a engrosar las aguas subterráneas de la Tierra. Estas pueden volver a salir, siempre como un río, un arroyo, una fuente o un manantial.
¿Qué ramas tiene la hidrología?
La hidrología es una ciencia compuesta por diversas ramas. Son las siguientes:
- Hidrología superficial: estudia las aguas que hay en la Tierra, y se la suele conocer simplemente como hidrología. A su vez, tiene distintas subrramas: agrícola, forestal, urbana, de regiones áridas y semiáridas, de zonas pantanosas y de control de crecientes y avenidas.
- Oceanografía: su objeto de estudio son mares y océanos.
- Meteorología: se ocupa del análisis del agua en la atmósfera.
- Criología: se centra en el agua en estado sólido. Es decir, el hielo y la nieve.
- Hidrogeología: estudia las aguas subterráneas.
- Limnología: su objetivo es el estudio de los lagos.
- Potamología: estudia los ríos.
- Hidrometeorología: analiza los problemas comunes a la meteorología y la hidrología superficial.
¿Qué ejemplos hay dónde se aplique la hidrología?
Algunos ejemplos donde se pone en práctica los conocimientos en hidrología son el diseño de estructuras hidráulicas, las obras para el abastecimiento de agua potable, el tratamiento de aguas residuales, el riego de huertos, plantas y cultivos, el control de la sedimentación, e incluso la generación de energía hidroeléctrica. También se emplea para reducir la contaminación de la atmósfera, y para estudiar las inundaciones y poder controlarlas.
Si te apasiona el agua y quieres enfocarte en una disciplina relacionada con ella, te recomendamos los estudios en Ciencias Ambientales de la Universitat Carlemany.