Las inversiones en investigación y desarrollo son importantes para cualquier economía. Esto es algo que cualquier profesional con Bachelor en Administración de Empresas sabe muy bien. Permiten la generación de nuevo conocimiento, innovación e incluso creación de empleo. Sin embargo, es un error común pensar que estas inversiones solo pueden realizarlas economías desarrolladas. De hecho, existen numerosas formas en que los países de bajos ingresos pueden invertir en investigación y desarrollo.
Es importante en todos los campos, y fundamental para el desarrollo de nuevas tecnologías, medicamentos, medio ambiente, educación, fabricación y muchas otras industrias.
Países como China y Alemania han invertido mucho tiempo, dinero y esfuerzo en investigación y desarrollo. Han tenido éxito en esta empresa porque los ha llevado a ser una de las principales economías del mundo. Esto se debe a su capacidad para producir tecnología punta e invertir en innovación.
La investigación y desarrollo I+D engloba todos los procesos de investigación científica y tecnológica para mejorar los servicios o productos existentes.
Los procesos de I+D pueden surgir desde las empresas o en las universidades. Pero lo importante es que los resultados están enfocados a generar valor a medio y largo plazo.
Hay que insistir en que estos procesos, aunque surjan de la iniciativa privada, repercuten en el conjunto de la sociedad.
Existen diversos tipos de I+D. Por ejemplo:
La inversión en investigación y desarrollo es fundamental para la estabilidad de cualquier país. Los países fuertes invierten en la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades, que a menudo son las inversiones más caras. Si se usan con prudencia, estas inversiones pueden generar una gran recompensa para el país. Y como contrapartida, aún son muchos casos los que no los tienen en consideración a la hora de realizar sus presupuestos.
Con frecuencia se acusa a los países más desarrollados de invertir de forma excesiva en I+D porque tienen más recursos, pero hay estudios que afirman que aún en estos casos, nunca se invierte demasiado en innovación. Durante toda la historia, los países más ricos invierten muchísimo más que los menos favorecidos, lo que indica muy claramente que hay una relación entre los recursos y la competitividad de un país y sus inversiones en I+D.
Esto resalta la importancia de invertir en investigación y desarrollo.
Cuando se invierte en I+D, el país mejora de una forma notable, ya que puede seguir avanzando en todos los niveles. Esto significa que no solamente aporta avances a la ciencia, sino también al plano económico del país: el tejido empresarial se convierte en innovador y tecnológico, como es el caso de Corea y Estados Unidos o China.
Para ello, es fundamental que tanto el sector privado como el público se hagan responsables, tanto como el Gobierno, para favorecer que las inversiones en innovación y desarrollo puedan hacerse y, por lo tanto, ayudar al país a que siga creciendo económicamente hablando y a ser más competitivos. Y es clave para que los emprendimientos digitales sean exitosos.
La inversión en investigación y desarrollo no solamente permite tener talento intelectual o hacer que las empresas se conviertan en líderes, sino que también genera empleo. No es solamente que el hecho de tener empresas punteras le dé prestigio a un país, sino que hace que se necesiten trabajadores especialistas cualificados.
Esto debería ser una razón fundamental para que los países quieran invertir en I+D. Pensemos que las empresas competitivas no solo crecen más rápido, sino que fomentan el crecimiento global del país.
Los países que invierten mucho en investigación y desarrollo son los que tienen las empresas más competitivas a escala mundial. Tiene sentido que estos países lideren el mundo en términos de innovación empresarial, ya que están presionando para incorporar nuevas innovaciones a la sociedad.
Es más, existe una relación muy estrecha entre la proyección de las empresas y el incremento en su inversión en I+D.
A medida que cambia el panorama global, cada vez más empresas están reforzando su inversión en procesos para seguir siendo competitivas. Ha habido algunos cambios a lo largo del tiempo como resultado de la globalización, a saber, la automatización y la interconexión. Estos han dado lugar a nuevos requisitos que pueden mejorar las posibilidades de supervivencia de las industrias en un mercado cada vez más competitivo.
Si bien hace unos años la inversión en innovación y desarrollo era algo extraordinario con lo que se pretendía mejorar y reforzarse en el mercado, hoy es algo imprescindible para seguir siendo competitivos, sobre todo con la eclosión de los negocios online.
En la actualidad, los avances son cada vez más rápidos dentro de todos los sectores. Esto es producto de la exigencia que la sociedad tiene con sus empresas.
Como resultado, las empresas cada vez tienen que invertir más en innovación y desarrollo para satisfacer las necesidades de los usuarios. Esto es algo de lo que se tienen que concienciar todos los agentes implicados, tanto públicos como privados.
Gracias a la inversión en investigación y desarrollo los países pueden tener éxito, puesto que su tejido de empresas será más competitivo, como se ha señalado anteriormente, y esto hará que se produzcan mejoras para su economía y los ciudadanos.
Invertir en I + D fomenta el crecimiento exponencial porque ayuda a la economía del país. El conocimiento y el talento creado por este avance también ayudará a sus empresas actuales a seguir siendo rentables en el futuro.
En esta era de innovación, donde todo, desde las experiencias del cliente hasta los productos, se está volviendo más inteligente y personalizado, las marcas también deben innovar transformando su cultura organizacional para reflejar esta nueva realidad. En otras palabras, construir una cultura de innovación que genere mejores resultados comerciales hoy y mañana.