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Fue en 1990 cuando se empleó por primera vez el término. En aquel momento, un grupo japonés lo utilizó para referirse a su proyecto de reforestación. Su objetivo era crear un negocio sostenible y promover la economía para ayudar a poblaciones locales.
En el informe que presentaron, plantearon la idea de que fomentar una economía global y sostenible ambientalmente aumentaría el número de puestos de trabajo.
Esta idea se basaba en el hecho de que, hasta ese momento, aquellas industrias que no contaminaban hacían un mayor uso de mano de obra, y menor uso de recursos materiales.
Algunas características que propuso el grupo japonés para este tipo de procesos sostenibles fueron las siguientes:
Eficiencia energética
Conservación de recursos
Condiciones seguras de trabajo
Mejora de la capacitación del personal
Procesos productivos de bajo desperdicio
Uso de materiales compatibles con el medioambiente y seguros
En aquel entonces, el principal obstáculo era la inversión necesaria para poner en marcha este tipo de proceso respetuoso con el medio y las personas. Los costes laborales y la necesidad de un mayor número de contrataciones estaban en la base de ese aumento de precio.
Es sencillo deducir cuáles son las ventajas desde el punto de vista medioambiental, a partir de las características que hemos descrito en el anterior apartado.
Además, hay que añadir que el menor impacto de estos procesos en el entorno:
Beneficia las zonas en las que se desarrolla.
Propicia el aumento de la actividad local.
Genera riqueza y activa la economía de la zona.
Para crear nuevas empresas sostenibles, se necesita contar con un estudio previo del negocio, conocer el contexto social y económico y analizar las oportunidades de mercado.
Solo se puede lograr una definición clara de los procesos y metodología a implementar al contar con profesionales expertos en industria, sostenibilidad y desarrollo de negocio.
Los siguientes aspectos, desarrollados en el contexto de cada empresa, pueden favorecer la transición hacia un modelo empresarial más sostenible:
El uso ineficiente de la energía que se continúa realizando en la industria conlleva, entre otros aspectos, una sobreexplotación de los recursos energéticos.
Si se logra realizar un consumo eficiente, consciente y sostenible, estaremos protegiendo el planeta y nuestra sociedad tal y como la conocemos.
La sostenibilidad en todo proceso industrial debe pasar de forma necesaria por el respeto a las condiciones de cada una de las personas que trabajan en él. La inclusión e integración tienen que ser parte de la política empresarial.
Cuidar y respetar a las personas es uno de los pilares de la sostenibilidad. De otro modo, se estará empleando el término de forma incorrecta.
En todo proceso deben aplicarse las 3R. La reducción de materiales, la reutilización en caso de que sea posible, y el reciclaje como destino último.
Para lograr este punto, es indispensable hacer un balance de recursos, conocer todos los recursos empleados, y detectar aquellos que son imprescindibles.
Esta estrategia persigue crear diseños que tengan presente el aprovechamiento de los recursos. Así, lo que se prioriza es el diseño sostenible en cada etapa del proceso de diseño: reducir materiales, emplear materiales naturales o reciclados, que sean duraderos y reutilizables, y que finalmente se puedan reciclar.
La madera y la cerámica son los más empleados. Los más evitados, el plástico y los productos contaminantes de difícil reciclado.
Si los suministros son facilitados por empresas locales, también conocidos como productos de kilómetro cero, se logra:
Reducir el número de transportes.
Minimizar la necesidad de almacenamiento.
Eliminar procesos de conservación.
Potenciar la economía local y los pequeños productores.
Si se opta por la utilización de energías renovables las emisiones de CO2 se reducen y, por lo tanto, se contamina menos y se lucha contra el efecto invernadero.
Apoyo a las ONG y proyectos locales
Cada organización debe contribuir al cuidado de su entorno, ya sea de manera directa o a través de la colaboración con asociaciones que garanticen dicho mantenimiento y cuidado.
Un nuevo concepto ha surgido con las empresas nativas sostenibles, aquellas que nacen con un "gen verde". Ejemplos como la mexicana Biofase o la brasileña iFood son ejemplos claros.
En España un ejemplo es AUARA, cuyo reclamo es "Sé el cambio". A pesar de ser una empresa con fines de lucro, dedican el 100% de sus dividendos a desarrollar proyectos de acceso a agua potable a poblaciones vulnerables.
Nuestro planeta ha sufrido durante décadas nuestros procesos de industrialización. Ahora es el momento de ponerle freno a ese daño.
En la Universitat Carlemany formamos a profesionales para que desarrollen acciones enfocadas a mejorar el mitigar los efectos nocivos de los procesos industriales.
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