La coherencia en el diseño gráfico es fundamental para que puedas trabajar de manera correcta tus diseños. Nuestro programaOnline en Diseño te permitirá entender este concepto en profundidad, y su importancia en cualquier proceso de diseño gráfico. A continuación, te contamos cómo la coherencia será nuestra base, además de nuestra hoja de ruta, a la hora de realizar cualquier diseño.
La coherencia en el diseño hace referencia a las cuestiones visuales que permiten ofrecer una imagen acorde con todos los elementos de la idea que se quiere plasmar. Para ello, se hace uso de criterios estilísticos y formales que obedecen a razones profundas.
La coherencia visual es condición sine qua non para un diseño óptimo. De lo contrario, el trabajo no tendrá posibilidades de éxito. Lo que sucede es que, muchas veces, no nos damos cuenta de hasta qué punto este elemento es relevante. La coherencia siempre ha estado presente en cualquier proceso de diseño gráfico.
El artículo te indicará las principales cuestiones a tener en cuenta.
Los estímulos visuales tienen una enorme importancia para el ser humano. De hecho, hay estudios que han demostrado con cifras esta relación. La coherencia visual tiene varios efectos positivos sobre las personas que ven un diseño, de ahí que sea tan importante. Hoy, los diseños cambian con rapidez, y es habitual que, en poco tiempo, haya que hacer retoques o cambiar aspectos relevantes. Por ello, es fundamental que la coherencia acompañe todos los procesos que llevemos a cabo a la hora de diseñar algo nuevo, o cambiar un diseño ya creado. La coherencia visual será nuestra guía en cada fase del proceso.
En primer lugar, un diseño o logotipo visual que sea coherente transmite profesionalidad. Solo este factor permitirá distinguir un diseño razonado de un diseño que no cuenta con una lógica que lo respalde. Esto no quiere decir que el diseño deba calificarse como ordenado o clásico. Lo que la coherencia visual nos dicta es si nuestro diseño va a acorde con el mensaje que queremos transmitir. La coherencia ha de estar ajustada a aquello que tus potenciales clientes necesitan.
Un diseño coherente te ayuda a diferenciarte sobre tus competidores, ya que le indica a quienes vean tu diseño que hay una justificación detrás. Si alineas tu diseño con lo que deseas transmitir, automáticamente, las personas que vean el diseño sabrán cómo eres profesionalmente. Tu diseño hablará por ti. Al final, esta es una parte fundamental para ganar notoriedad y en un mercado competitivo es un aspecto central.
Por otra parte, un diseño coherente es un primer paso fundamental para mejorar tu estrategia de branding. Un diseño puede gustar más o menos, ya que el gusto personal es subjetivo. Pero la coherencia no es subjetiva. Si tu diseño va alineado con el concepto o la idea a transmitir, ya partes de una base mucho más sólida, que permitirá que todo lo que hagas en adelante sea con un fundamento.
La coherencia, además, es crucial para distinguir una marca. A día de hoy, es posible distinguir una marca por un diseño corporativo unificado. El resultado es una mayor fidelización del público, ya que los valores de la marca se ven reflejados en el diseño, y estos llegan al corazón de los usuarios.
Un diseño coherente es un tesoro. Hay diseños que tienen que ser modificados, pero que mantienen la esencia de cómo fueron creados. La coherencia es la base sobre la que podremos crear y modificar todo lo demás.
Finalmente, un diseño coherente y ajustado a lo que representas ayudará a que te acerques a un determinado target. Por lo tanto, esta es una muy buena manera de hacer publicidad a medio y largo plazo. No en vano, te puedes acercar mejor a tu clientela.
El objetivo final, cuando se realiza un diseño, es acercarse a un determinado target. Y esto sirve para cuestiones comerciales, pero, también, cuando se trabaja para administraciones públicas.
Hay varios errores asociados a un fallo en la coherencia. Al tratarse de un aspecto de base, que debe definirse en los estadios iniciales de un diseño, un error en este apartado afectará negativamente al resto de fases.
Uno de los errores más comunes en cuestiones visuales es no ofrecer una correspondencia entre el diseño y lo que se quiere transmitir. Un diseñador ha de conocer cuál es la idea que se busca para, a partir de ahí, proponer una solución gráfica. Es posible que un diseño cumpla con todas las convenciones de espacio y proporciones, pero que no tenga relación con lo que se quiere ofrecer.
El caso contrario sería tener claro el mensaje que se quiere transmitir, pero realizar un diseño con falta de proporción. El equilibrio de todos los elementos debe respetarse. De lo contrario, aquello que queremos reflejar se verá eclipsado por una distribución incorrecta de los pesos. Tan importante es la forma como el contenido.
El uso del color tiene que estar ajustado a lo que se busca. Todos los elementos deben ir acorde con lo que queremos transmitir. El color, o la ausencia del mismo, ha de estar justificado. La coherencia es lo que nos va a permitir defender todas las características de nuestro diseño. Tener claros los conceptos que debe trasladar un diseño será nuestra hoja de ruta para realizarlo. Tanto los colores principales como las combinaciones que quieras aplicar se beneficiarán de la claridad inicial con la que establezcas el proyecto. Los colores activan emociones, y estas deben ir alineadas con la marca o idea tras tu diseño.
La coherencia del diseño gráfico es un elemento esencial para conseguir un efecto positivo. Conocer su importancia, ventajas e inconvenientes te ayudará a realizar un diseño acorde con aquello que deseas transmitir.