En la actualidad, el hecho de que las empresas se comprometan con la sociedad de forma más intensa es una obligación para ser percibidas como marcas solidarias que se preocupan por los demás. Es aquí donde entra en juego la responsabilidad social corporativa. Para ello, es imprescindible conocer todos los retos a los que se enfrenta la organización industrial y empresarial sostenible. Este aprendizaje se puede llevar a cabo en nuestro Báchelor en Ingeniería en Organización Industrial.
De hecho, tanto la responsabilidad social corporativa como la empresarial consisten en una manera distinta de gestionar las diversas empresas. En ella, se trabaja en cómo impacta la actividad que desarrollan en todos los agentes y entornos, así como en la sociedad.
Se puede definir el concepto de RSC (Responsabilidad Social Corporativa) como la forma de operar de una empresa que contempla la sostenibilidad y la ética en su praxis. Al mismo tiempo, toma mucha conciencia del impacto que tiene en los demás y en el entorno.
Por otro lado, la responsabilidad social corporativa y/o empresarial se relaciona directamente con un compromiso ético y legal para desempeñar su trabajo en todos los ámbitos. Además, de esta manera, los usuarios podrán ver cuál es el grado de humanización de cualquier empresa.
Así, esta filosofía de empresa se conforma por dos aspectos:
De hecho, son muchas las empresas importantes que llevan a cabo esta forma de hacer negocios. Un ejemplo claro son Coca Cola o Apple, pero también existen ejemplos de responsabilidad social corporativa o empresarial en empresas españolas.
La responsabilidad social corporativa influye mucho en los departamentos empresariales. Es por ese motivo por el que es fundamental conocer bien su radio de influencia para utilizarla adecuadamente.
Así, la RSC puede ayudar a que los posibles candidatos vean a la empresa como una organización responsable y con conciencia social. Se podría afirmar que es una herramienta de employer branding.
Para conseguir ser percibida como una empresa responsable, es necesario que en todo momento la comunicación externa e interna reflejen los valores de la marca incluidos en la responsabilidad social corporativa.
Igualmente, esta es una herramienta que el marketing puede utilizar para lograr que la imagen de marca esté ligada a los valores que se desean para la misma.
Llegados a este punto, hay que señalar que la importancia de la RSC radica en que no solo la empresa implanta una forma de trabajar solidaria y responsable con todo lo que le rodea. Las políticas que puede adoptar pueden ser muy beneficiosas a nivel social y medioambiental, pero también corporativo. La razón es que, al ser percibidas como marcas responsables, pueden captar un mejor talento, y los clientes y usuarios tienen una mejor imagen de ellos, lo que permite conseguir más engagement y. en última instancia, más ventas.
Esta posible percepción del usuario “obliga” a las empresas a mostrarse como parte de un problema global, el mínimo impacto negativo y el máximo positivo en su entorno y en las personas que le rodean.
La responsabilidad social corporativa aporta muchos beneficios desde un punto de vista puramente empresarial. Algunos de ellos son los que siguen.
Como se ha dicho anteriormente, para los clientes la imagen que proyecta la empresa es importante, y puede influir mucho en una decisión a la hora de comprar. Por ese motivo, es crucial que una marca implante una política de RSC.
Cuando una empresa realiza una labor marcada por la ética, siempre hay quien se hace eco de ello. En este marco, los usuarios sabrán la labor que hace y recordarán que es una empresa con conciencia, lo que contribuirá a que permanezca en su cabeza y acudan a ella cuando la necesiten.
Al implantar una política de responsabilidad social corporativa o empresarial, esa empresa podría estar realizando acciones de cara a conseguir, por ejemplo, la sostenibilidad del planeta. Una acción tan sencilla como eliminar las bolsas de plástico para sustituirlas por las de papel o de tela reutilizables podría suponer un ahorro considerable.
La responsabilidad social es una manera de diferenciarse de la competencia. Si todas las empresas se comportan igual, y una de ellas trabaja con valores éticos en los que trata de hacer mejor la sociedad y de beneficiar a las personas que viven en ella, está marcando una clara diferencia con las demás.
Debido a que gracias a la RSC la praxis de la empresa es ética, permite que acceda a certificados o normas legales con las que conseguir nuevas oportunidades, al poder abrirse a mercados a los que antes no tenían acceso.
Al seguir una política de responsabilidad social, medioambiental o de cualquier otra índole, la empresa está fomentando que sean sus propios trabajadores los que adquieran una mayor conciencia de sociedad. Esto logra que sean más solidarios, y que se vinculen más con la labor que hace la empresa.
La responsabilidad social corporativa supone cambiar la filosofía de la empresa de manera íntegra y global. La forma de trabajar debe contemplar un conjunto de prácticas éticas que comporten un beneficio de todas las personas que viven en el entorno.
Esto ayudará a que la empresa sea percibida como un ente responsable, y concienciada con hacer mejor la sociedad y el medioambiente. Por lo tanto, en el plano más puramente empresarial, también tendrá beneficios importantes relacionados con las ventas.