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5 tipos de energías asequibles y no contaminantes | UCMA

20 de julio de 2021Universitat CarlemanyTecnología e InnovaciónActualización : 14 de junio de 2023
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Los principales tipos de energía asequible y no contaminante

El uso de fuentes de energía asequible y no contaminante es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030. Hoy en día, un Bachelor en Ciencias Ambientales tiene en cuenta este relevante factor.

Los tipos de energía asequible y no contaminante

El principio de contar con fuentes de energía asequibles y que no contaminen es esencial por varios motivos. En primer lugar, porque hay un objetivo de descarbonización. Por otra parte, porque los combustibles de origen fósil son finitos. Finalmente, porque existen alternativas que permiten realizar las mismas funciones sin problemas, tanto energías verdes como renovables.

Las fuentes de energía asequible y no contaminante son, básicamente, las siguientes. La primera de ellas, hay que hacer referencia a la energía hidroeléctrica. Otra fuente es la energía eólica. En tercer lugar, la energía de origen solar. Por otra parte, también existe la energía geotérmica. En quinto lugar, y no menos importante, existe la biomasa de origen vegetal. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) hace hincapié en las energías solar, eólica y térmica. Esta entrada hace hincapié en los pros y los contras de cada una de estas fuentes. 

 

  1. Energía hidroeléctrica

La energía hidroeléctrica es aquella que se obtiene a partir de la fuerza del agua; esta, que está estancada, cuando se libera genera electricidad. Este tipo de energía es asequible a largo plazo, pero genera un impacto ambiental elevado porque se necesita anegar una zona. Ahora bien, sí que se trata de una energía renovable e infinita, a priori. Una variante sería la energía mareomotriz que, en vez de embalses, aprovecha las olas y movimientos del mar. En 2020 generó 993,04 millones de toneladas. Sigue siendo la principal fuente de energía renovable por su peso específico.

  1. Energía eólica

La energía eólica es aquella que se genera gracias a la fuerza del viento en zonas ventosas, sobre todo en montañas o en el mar. Los paneles de energía eólica son una opción porque esta es renovable y se obtiene de forma natural. Ahora bien, uno de los problemas está en el hecho de que solo se genera energía cuando hay viento. Por lo tanto, depende, y mucho, de la zona de instalación. La energía eólica es una de las opciones preferidas por las instituciones; en 2014 suponía un 5 % mundial, pero está aumentando rápidamente.

  1. Energía solar

La energía solar, también denominada fotovoltaica, es aquella que se genera con la luz del sol. Básicamente, se utiliza un panel que capta la energía y, posteriormente, la procesa. La aplicación es versátil y sirve para industrias, edificios públicos e, incluso, viviendas particulares. Los paneles solares tienen un impacto visual, pero esta energía es asequible y no contaminante. La principal limitación, sin embargo, es que no sirve para cualquier territorio porque es poco funcional en zonas donde los rayos del sol sean oblicuos y porque la energía solar es limitada en determinadas horas del día. Aunque esta energía renovable se utiliza desde hace varias décadas, su peso relativo en el mix mundial es reducido; en 2019, después de un periodo de crecimiento, suponía un 2,7 % del total.

  1. Energía geotérmica

La energía geotérmica, o termal, es aquella que se genera a partir del calor de la tierra. Lo cierto es que esta es una de las alternativas más antiguas. La implementación práctica se realiza, por lo general, en lugares que ya tienen esta infraestructura. En la época de Roma existían varios centros de energía termal que se utilizaban, sobre todo, para los baños. Hoy existen distintas centrales industriales o sistemas endógenos para viviendas. El problema está en que esta energía sí que genera contaminación a través de las emisiones. Hoy la energía geotérmica tiene un papel muy reducido en el mix energético mundial y, en la mayoría de los casos, localizada en países con facilidades objetivas.

 

  1. Biomasa

La biomasa es, también, una forma de aprovechamiento de recursos naturales. Es uno de los sistemas más antiguos que existen. La biomasa requiere de una gran producción forestal cuyos restos se utilizan para generar energía eléctrica. Hay una ventaja importante y es que se tiene que generar masa forestal. El principal problema radica en que, si se genera energía en cantidades industriales, hay generación de gases contaminantes. Por lo general, la biomasa ha tenido éxito en países del centro y norte de Europa, con una gran superficie forestal, aunque sus cifras en el mix energético mundial son reducidas y su papel es claramente secundario en el total.  

El ODS 7: la gran apuesta por el futuro de la energía

Nuestro funcionamiento como sociedad depende de servicios energéticos fiables y asequibles para avanzar sin obstáculos y de forma equitativa. Si logramos sistemas energéticos bien instaurados, el beneficio será recibido por diversos sectores: empresas de servicios, recursos sanitarios, educación, sectores productivos, infraestructuras y tecnología y en definitiva el global. De lo contrario, carecer de suministro energético o sistemas de transformación fiables, es un enorme impedimento para el desarrollo social y económico.

Es importante reducir el impacto de otros tipos de energía más contaminantes y que contribuyen al calentamiento global porque la energía es el factor que más contribuye al cambio climático. Representa cerca del 60% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

Además, las crisis energéticas determinan el desarrollo de las sociedades actuales. Avanzar en sistemas sostenibles que permitan la menor dependencia energética respecto a combustibles fósiles, contribuye a la estabilidad de un país.

Objetivos y metas del ODS 7: energía asequible y no contaminante 

En los últimos años, se observa un avance alentador en este asunto. La energía se va adaptando a sistemas sostenibles, las renovables ganan terreno y la disponibilidad va en aumento en todo el mundo. Además, mejora la eficiencia energética. 

Como tareas pendientes tenemos: Encontrar soluciones de mejora para el acceso a combustibles de uso doméstico limpios y seguros, acercar la tecnología a 3.000 millones de personas, expandir el uso de energía renovable más allá de las eléctricas y aumentar la electrificación del África subsahariana.

Cada ODS tiene sus propias metas. Presentamos las que corresponden al ODS 7 y que tienen relación directa con todo lo tratado hasta ahora. Recordamos que estas metas se plantean como metas a alcanzar antes de 2030.

Las más importantes son garantizar el acceso universal a los servicios energéticos; aumentar la proporción de energía renovable; duplicar la tasa de mejora de eficiencia energética mundial; incrementar la cooperación internacional y ampliar las infraestructuras y tecnologías. 

Conclusión

La energía asequible y no contaminante es un reto para la ONU y para los distintos gobiernos internacionales. Cualquier persona que administre una empresa o una institución pública ha de conocer qué fuentes pueden contribuir a la descarbonización, así como sus pros y contras. Con estos datos, será más fácil conocer cuál el horizonte a medio y largo plazo.