El uso del método ABC en la ingeniería industrial
La utilización del método ABC en las empresas es habitual, por eso se trata en los estudios de Bachelor en Ingeniería en Organización Industrial. Por eso, te indicamos en qué consiste y las ventajas que proporciona.
Qué es el método ABC en ingeniería en organización industrial: definición y categorías
El método ABC se usa en la planificación, gestión y optimización de los inventarios. Básicamente, parte de la base de la clasificación de Pareto. ¿Qué significa esto? Que el 20% de acciones generan el 80 % de las consecuencias. En este caso concreto, lo aplicaríamos a los productos en relación con la facturación o valor generado.
Debemos decir que esto no sirve en todos los ámbitos de la ingeniería industrial, pero es una circunstancia bastante común en diversas empresas y organizaciones. Vamos a explicar cuáles son las distintas categorías que se clasifican para mejorar la gestión de los stocks. Toma nota, que esto te va a interesar:
Categoría A
Los productos de categoría A son los que generan mayor valor añadido, aun siendo el 20 %: concretamente, el 80 % de la facturación o beneficios. Por lo tanto, exigen un cuidado especial para que se mantengan en buenas condiciones. De ahí que esta categoría exige unas condiciones de trazabilidad y control, para que estén al margen del resto. Por ejemplo, dedicarle una estancia específica, espacios más amplios o revisiones más frecuentes, porque el coste de oportunidad es elevado.
Categoría B
La segunda categoría es la denominada categoría B, del 30 % de los productos que generan entre el 10 y el 15 % del valor total. Estos artículos exigen un control, pero con un nivel menos exigente que la categoría A, pero más que la C. Son productos de un valor intermedio, de ahí que deban tener alguna revisión para comprobar la conservación.
Categoría C
Finalmente, hay que hacer referencia a la categoría C, que es la que acumula la mayor parte de los productos. De hecho, el 50 % de los artículos entrarían en esta clasificación. Eso sí, solo generan entre el 5 y el 10 % del valor total. Por lo tanto, no exige un control especial y es el tipo de producto que necesita menos revisiones.
Ventajas de utilizar la clasificación ABC en ingeniería industrial
El método ABC tiene numerosas ventajas si se utiliza en ingeniería industrial para los inventarios y la gestión de recursos. Ponemos unos ejemplos prácticos:
- Organización de prioridades
En primer lugar, los inventarios ABC organizan las prioridades de una forma muy eficiente. Es obvio que no todos los recursos ni productos valen lo mismo, de ahí que los esfuerzos de almacenamiento se tengan que centrar en aquellos que generan más valor. Con esta simple metodología, se facilita clasificar fácilmente los artículos, indicando qué partes son más importantes.
- Mejores condiciones de negociación
En ocasiones, un inventario mal distribuido no permite conocer cuánto vale realmente un producto o un insumo. Pues bien, gracias a esta clasificación lo sabrás y esto te ayudará a negociar mejor con los proveedores.
Tengamos presente que este método sirve, no solo para distribuir, sino también para cuidar mejor lo que tienes. Y controlar el inventario, aprovechando los espacios libres para comprar productos en oferta. Una buena gestión de stocks es igualmente relevante, y esta metodología ayuda.
- Mejor conservación de los productos
La conservación de los productos o insumos es esencial, porque cuesta dinero. Cuando se sabe cuánto vale, una clasificación sistematizada y ordenada contribuye a que estos se conserven en mejores condiciones. Al final, es una manera de evitar que se malogren productos para la venta, producción o en la cadena logística.
Hay que señalar que la conservación es más complicada cuando no hay una clasificación y se mezclan distintos productos o artículos. Y, lo que es más, cuando se priorizan, sabemos que el 20 % de artículos, que generan mayor valor, tienen que seguir unas pautas específicas.
- Método ABC: es de fácil ejecución
La metodología ABC, con respecto a otras, tiene otra ventaja: es muy fácil implementarla. Basta con hacer un cálculo previo por artículo y valor que representa. Una vez que tengas la escala lista, solo tienes que habilitar espacios independientes y aplicar políticas de trazabilidad distintas.
- Reducción de costes de mantenimiento
La reducción de costes de mantenimiento es otro de los beneficios de utilizar la clasificación ABC. Nada es más antieconómico en las labores de mantenimiento que el desorden. Pues bien, con esta metodología, es más fácil que esta labor sea más económica porque el mantenimiento será más funcional. Esta cuestión, que a veces puede parecer tangencial, no es menor.
- Servicio óptimo para los clientes
El servicio óptimo para los clientes se consigue más fácilmente aplicando esta metodología en los inventarios. ¿Por qué? Simplemente, porque es más fácil localizar lo necesario, reduciendo los tiempos de fabricación y entrega. En sistemas de fabricación como el Just-In-Time, esto marca la diferencia claramente. Por lo tanto, también en el ámbito de la ingeniería industrial es una forma de ganar en competitividad.
- Localización de los problemas
La gestión de los inventarios es un reto porque se tiene que trabajar con numerosas mercancías y encontrar problemas es fundamental. Con esta metodología, resulta más sencillo porque las cuentas están más claras, así como la clasificación de cada tipo de producto.
Ahora bien, sí que se tiene que hacer una subclasificación dentro de cada ámbito. ¿La razón? Que el etiquetado por categorías tiene que ayudar a que, dentro de cada una de ellas, se encuentre el artículo concreto. Esto es más importante, si cabe, en las industrias, para que no haya rotura de stocks.
Como método para localizar los problemas, esta es una solución especialmente efectiva. Hoy, con las tecnologías de rastreo y clasificación de software con conexión wifi, esto se hace más sencillo.
Conclusión
El método ABC, aplicado en la ingeniería industrial y en todo tipo de empresas, es una forma eficiente y útil de gestionar los stocks. Te conviene, si vas a cursar estudios especializados, conocer cómo funciona esta metodología.