Internet ha democratizado el acceso a un universo de oportunidades de formación, laborales y de emprendimiento. Un buen ejemplo de ello es el notable crecimiento que han tenido las startups, y la aparición de modelos de negocio que pueden funcionar sin apenas infraestructura.
Conviene aclarar este concepto, porque hay empresas que combinan la presencia física y la digital, y esto está difuminando las barreras entre los diferentes modelos de negocio.
Un negocio online es aquel que opera de forma exclusivamente digital. Se da a conocer a través de canales como las redes sociales o los blogs especializados, y vende a través de una página web.
Este tipo de empresas le sacan el máximo partido posible a la conectividad global. Ya nacen sin barreras, y son conscientes de que pueden llevar sus productos y servicios a cualquier rincón del mundo.
No es solo que la internacionalización sea más sencilla, también hay otros factores que han impulsado su desarrollo. Uno de los más importantes es que el coste de tener un negocio online suele ser más bajo que el de trabajar a través de un modelo de empresa física.
Si se tiene una buena aptitud profesional, una idea de negocio viable, se diseña un buen plan de empresa, y se le dedica tiempo e ilusión al proyecto, un modelo de negocio digital puede llegar a ser tan exitoso o más que un negocio al estilo tradicional.
No es de extrañar que se haya convertido en uno de los negocios para emprender más atractivos tanto para quienes buscan una actividad empresarial a la que dedicarle el 100% de su tiempo como para quienes se interesan por tener una fuente alternativa de ingresos.
El dropshipping es una variante del comercio electrónico. En este caso, quién opta por emprender crea su tienda digital y se centra en promocionarla para que sea conocida entre su público potencial. Esto implica trabajar muy bien los perfiles en redes sociales, lograr un buen posicionamiento orgánico en buscadores, conseguir una buena reputación, etc.
La diferencia con el e-commerce al estilo tradicional, es que quién está detrás del proyecto no dispone de stock. Tras la compra realizada por el cliente en la web, el pedido le llega directamente a la empresa proveedora, que se encarga de hacérselo llegar a su casa.
El papel de la tienda en forma dropshipping es actuar como intermediaria entre alguien que quiere comprar y una empresa que quiere vender. A cambio, quien está detrás de la tienda online se lleva una comisión por cada venta que se haga a través de la misma.
Este modelo de negocio gusta mucho porque permite explotar el comercio online y, a la vez, evita las complicaciones asociadas al mismo, como la gestión del stock y el envío de los productos.
Este es uno de los primeros negocios digitales que se pusieron en marcha cuando internet era todavía algo novedoso. Su dinámica es sencilla y barata, y lo único que necesita quien desee emprenderlo es tener unas nociones sobre diseño de páginas web.
Se trata de comprar dominios y crear páginas web sencillas asociadas a los mismos, para luego venderlas a otras personas que puedan necesitarlas para su negocio.
Por ejemplo, crear una web genérica que se vaya posicionando para la palabra clave "peluquería de hombre barata en Girona", y luego ofrecer la misma a quienes puedan estar interesados en tener una página de este tipo.
Como hay muchas personas atraídas por los negocios online, las más rentables son las webs relacionadas con los productos de afiliación y las preparadas para recibir publicidad AdSense.
A través de las ayudas para jóvenes emprendedores, se pueden obtener recursos económicos para invertir en proyectos relacionados con la formación. Estos negocios online son muy rentables, porque hay una alta demanda de formación en el ámbito de internet.
La alternativa clásica sería ofrecer clases particulares a través de plataformas especializadas, contar con una web propia para promocionarse, o incluso crear una de esas plataformas.
Otra opción es crear cursos y recursos académicos y venderlos. Con este modelo de negocio, se trabaja una sola vez, y se obtienen rendimientos durante mucho tiempo.
Con conocimientos básicos sobre la administración y gestión de un negocio, y buenas herramientas tecnológicas, es posible empezar a trabajar como asistente virtual para empresas y profesionales.
A medida que se gana experiencia y se conoce el sector, no es descartable la posibilidad de crear también online una empresa que se encargue de buscar el asistente virtual perfecto para cada cliente.
Es una de las formas más populares de ganar dinero online. La idea es promocionar productos o servicios de marcas y recibir una comisión por cada venta conseguida.
La labor del especialista en marketing de afiliación es promocionar un producto, pero no de manera directa. Tiene que ser capaz de crear contenidos (vídeos, blogs, post de redes sociales, etc.) que resulten atractivos e interesantes para el público potencial de las marcas con las que trabaja.
Es un negocio al que se le saca más partido cuanto más tiempo se le dedique. Por ejemplo, creando diferentes webs especializadas, promocionando el contenido, etc.
Lo bueno de poner en marcha negocios online es que se empieza a ver el avance desde el primer día, incluso cuando se tarda un poco en conseguir los primeros clientes. Eso sí, no hay que olvidar que se trata de una forma de emprendimiento, así que hay que dedicarle tiempo y esfuerzo. Para destacar en un entorno tan competitivo, nada como contar con una formación que te ayude a emprender con éxito, como la que puedes obtener a través de nuestros Bachelors.