Los procesos industriales responden a todas aquellas acciones que se realizan para transformar una materia prima en un producto final que se distribuirá o comercializará.
Es relevante señalar que podemos hablar, para una materia prima, de un proceso industrial o de varios procesos industriales hasta llegar al resultado final. En cualquier caso, en este artículo nos centraremos en las distintas tipologías.
¿Quieres saber más? Aquí indicamos las distintas etapas del proceso industrial y sus tipologías.
El proceso industrial, independientemente de la tipología, tiene que seguir unas etapas. Y, lo que es más importante, se tienen que seguir de forma consecutiva para que sean exitosas. Son las siguientes:
El primer paso es la obtención de las materias primas, y se las agrupa para su transformación. En esta etapa, lo que se busca es conseguir la mayor cantidad de materia prima al menor coste, teniendo en cuenta también los costes de transporte y almacén.
El acondicionamiento de las materias primas es el segundo paso a tener en cuenta. La materia prima se prepara para poder iniciar el proceso de transformación, lo que incluye quitar embalajes y dividir en partes más pequeñas.
El procesamiento de materias primas es la tercera fase. Esta es la etapa de síntesis o producción y la materia prima es sometida a diversos procesos físicos, químicos y/o industriales para obtener finalmente un producto distinto. La supervisión de dichos procesos implica estándares de calidad y control.
La separación de la materia prima es el siguiente paso. Tras el procesamiento, es posible que existan restos de materia prima que no se han transformado, o de subproductos no deseados que se han formado durante el proceso de transformación y que hay que separar del producto final.
La fase de elaboración del producto final es aquella en la que se mezclan distintas materias primas previamente procesadas. Muchas veces, el imaginario popular se centra en esta fase porque, realmente, es imprescindible para conseguir el resultado, por ejemplo, cuando se fabrica un zapato.
La fase de elaboración del producto final es aquella en la que, una vez el producto está listo, se personaliza según los requerimientos del cliente. Se prepara, así, para su acceso al circuito comercial para el consumidor final, o bien para el cliente intermedio.
Es recurrente pensar en la importancia de la producción industrial y de los procesos asociados a ella. Pero, en realidad, la conclusión que podemos sacar es simple.
En primer lugar, los procesos industriales nos permiten fabricar bienes mucho más rápido. E, indudablemente, este es uno de los puntos que marcan la diferencia. Es imposible entender el desarrollo económico de los últimos dos siglos y medio sin los procesos industriales.
Por otra parte, los procesos de producción industrial replican las innovaciones y eso también permite fabricar nuevos bienes que antes no eran posibles. Por esa razón, en los últimos años se ha dado una importancia creciente al I+D+i.
En definitiva, si lo que se quiere es producir más, bienes nuevos y más rápido, los procesos industriales son fundamentales.
Las tipologías de procesos industriales que existen son, básicamente, 4. Y es conveniente conocerlas porque determinan cuestiones como la asignación de Recursos Humanos, el consumo de energía o la cadena de suministros. Toma nota:
La fabricación por lotes es el sistema más antiguo en la industria. Básicamente, consiste en fabricar una determinada cantidad de productos o artículos que posteriormente se enviarán. Hay que señalar que sectores como el de la alimentación, el textil y la farmacéutica lo utilizan frecuentemente.
La fabricación continua ha sido el sistema habitual en industrias como la siderúrgica o energética. Básicamente, consiste en que una empresa esté fabricando las 24 horas del día los 7 días de la semana. Hay que señalar que se puede aumentar la intensidad, pero detener todo el dispositivo comportaría grandes problemas y costes. Por lo general, este sistema solo se utiliza cuando es inevitable.
La fabricación discreta es aquella que se centra en la fabricación de un solo producto simultáneamente. Por ejemplo, se trata de producir un bien a medida. Algunos ejemplos que tienen que ver con esta tipología son la industria naval y la aeronáutica. La idea es que se puedan poner todos los recursos para una producción que, por lo general, lleva meses o incluso años.
La fabricación por taller, o artesana, se refiere a trabajar en un área de producción, más que en líneas de montaje. ¿Por qué? Esto es habitual cuando, lo que se pretende, es fabricar una cantidad reducida de bienes. En consecuencia, este es un modelo que se ha generalizado cuando se buscan producciones reducidas.
Existen numerosos ejemplos de producción industrial que se indican aquí para que puedas conocer mejor. Son estos:
La fabricación del vino, hoy en día, sigue un proceso industrial, aunque sea a pequeña escala. No en vano, tanto la reducción de la uva como la separación de impurezas utilizan una maquinaria y están automatizadas.
Otro ejemplo de fabricación industrial es la del textil. Y esto lo podemos indicar tanto en las prendas de ropa como, también, en el calzado. No podemos entender la Revolución Industrial sin los telares mecánicos, que pasaron a fabricar en serie, por ejemplo.
El tercer ejemplo de producción industrial es el del automóvil, en la cadena de montaje. En este caso, se ensamblan distintas piezas hasta conseguir fabricar el automóvil. Este es uno de los procesos industriales típicos del siglo XX, iniciado a principios.
Otro modelo de producción industrial es el de las conservas, ya sean de pescado o vegetales. También funcionan por cadena de montaje, utilizando usualmente aceite de oliva o agua con sal. Se generalizó durante la segunda mitad del siglo XIX.
Finalmente, está el caso del proceso de impresión editorial, que puede ser offset o digital. La industria editorial ha utilizado la metodología offset, que permitía imprimir y encuadrar una tirada grande de ejemplares con un menor coste.
Los procesos industriales forman parte de cualquier economía moderna, de ahí que tengas que conocer sus fases y tipologías. Esto te resultará útil para aplicarlo en cualquier profesión relacionada con el sector, o en una formación superior del ámbito de laIngeniería.