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El diseño social es la forma en que las marcas y organizaciones deciden representarse a sí mismas en las redes sociales.
Este es un nuevo campo del diseño que ha surgido como respuesta a las limitaciones de las redes sociales actuales. Quieren brindar a los usuarios una experiencia más personalizada de las empresas mediante el uso de técnicas de minería de datos. Algo que, por cierto, ya se incluye en el temario del Bachelor en Diseño.
El diseño social no se trata solo de cómo las marcas quieren ser vistas en las redes sociales; también se trata de cómo deben comportarse en ellas. En otras palabras, el diseño social engloba las pautas que deben seguir las empresas a la hora de utilizar estas redes para interactuar con sus clientes. Puede verse como un conjunto de mejores prácticas para las marcas y organizaciones en el diseño de plataformas de redes sociales. Aquí entran, también, los matices entre diseño sostenible y ecodiseño.
En los últimos años, este concepto ha ganado peso porque el cliente es más exigente. Hoy no se pide solo que un producto sea funcional, atractivo y con buen precio; se pide, también, que tenga valores y alma. Y no ha de extrañar que las empresas se tengan que adaptar a esta demanda.
La definición del diseño para la innovación social es del enfoque de esta disciplina centrado en la resolución de problemas, renunciando en ocasiones a los apriorismos. Esto es importante porque esta concepción es, de entrada, disruptiva.
La clave está en buscar un mundo mejor en varios sentidos. Y esto implica, en definitiva, que en ocasiones habrá diferencias con lo que respecta a cubrir necesidades de un cliente. Esto es importante porque el diseño social puede, o no, coincidir con la finalidad del diseño comercial. Por lo tanto, es una cuestión de enfoque la que los diferenciará, no tanto de bagaje técnico. El "cómo" es lo que va a determinar.
Como en otras disciplinas, el diseño es una disciplina con un gran potencial de cambio. Lo importante, en estos casos, es ver de qué manera se pueden utilizar los conocimientos para alcanzar una mejora práctica. En consecuencia, no está de más entender cuáles son los principales puntos que generan disrupción.
La innovación social y el diseño social permean varios ámbitos. Aquí indicamos cuáles son los más importantes:
La solidaridad es uno de los puntos clave que trabaja este tipo de diseño. Y es relevante señalar que, para conseguir estos objetivos, se valoran algunas cuestiones.
En primer lugar, los diseños están concebidos para reducir las diferencias sociales. Esto es, para que las personas con menos recursos puedan acceder a servicios básicos. El diseño de una lavadora especial para zonas desérticas es una forma de reducir esta brecha social. Por otra parte, también lo es el diseño de artículos reutilizables.
Por otra parte, se busca universalizar el acceso a determinados artículos. Esto implica, pues, tener en cuenta los materiales de uso y favorecer que lleguen a quien los necesite. La universalización lo que busca, precisamente, es evitar que un artículo sea elitista y esto, en ocasiones, choca con una mentalidad mercantilista de beneficio económico.
Hay que señalar que el hincapié en una u otra cuestión se hará dependiendo del interés social concreto. En ocasiones, hay objetivos macro (es decir, de alcance mundial) y en otros son micro (territorios o colectivos concretos).
La igualdad de género es otro de los objetivos que se tienen en cuenta cuando se hace diseño social. Y, evidentemente, se valoran determinados aspectos.
El diseño con perspectiva de género busca evitar la discriminación por estas cuestiones. Los diseños de espacios o prototipos industriales buscan evitar problemáticas que, en ocasiones, no se tienen presentes. Y, evidentemente, esta perspectiva de género tendrá en cuenta varios ámbitos para que sea eficaz.
Por lo tanto, cuando se busca la innovación social, también se busca la igualdad de género.
La sostenibilidad medioambiental es otro de los puntos que hay que destacar. No se trata de producir por producir, sino de producir o crear de una forma sostenible.
Cuando no hay necesariamente un objetivo comercial, se valora la importancia del entorno. ¿Y cómo se consigue esto? En primer lugar, mediante el uso de materiales sostenibles que reduzcan la huella de carbono. Por otra parte, minimizando el consumo de energía a lo imprescindible, tanto en artículos como en el diseño de espacios. Finalmente, diseñando prototipos industriales que sean reciclables o reutilizables.
Lo que sucede es que los paradigmas de lo que es o no sostenible se van renovando. Los nuevos descubrimientos o desarrollos científico-tecnológicos nos proporcionan información valiosa. No es malo que los conozcas para tomar decisiones.
La sostenibilidad medioambiental es, sin duda alguna, uno de los puntos clave para cualquier innovación social. Por lo tanto, no ha de extrañar que, a veces, se confunda este concepto con el de diseño sostenible, cuando el diseño para la innovación social es más amplio.
La inclusividad puede tener, en ocasiones, puntos en común con la igualdad de género. Sin embargo, en este caso nos referiremos a la posibilidad de que todas las personas puedan hacer uso de un espacio o artículo.
Un diseño inclusivo tendrá en cuenta las necesidades de las personas con diversidad funcional. Y, por lo tanto, buscará como objetivo que no haya excluidos cuando se realice el diseño. Esto tiene un gran potencial de cambio, puesto que se consiguen eliminar limitaciones. Un ejemplo paradigmático es el de la adecuación de espacios suprimiendo barreras arquitectónicas.
Es bueno considerar, pues, que existen posibilidades para contribuir a un cambio social efectivo. Y esto se consigue mediante el enfoque de la inclusividad social. Por lo tanto, las posibilidades que se abren ante este contexto son diversas y conviene conocerlas y aplicarlas.
El diseño social es, por definición, transformador. Ahora bien, aunque nació con una aplicación eminentemente profesional, hoy han surgido nuevas posibilidades. Es bueno recapitular de qué manera se generan los cambios.
En primer lugar, cambiar un diseño será importante para conseguir una sociedad más igualitaria. Por otra parte, se evitarán discriminaciones de género o de minorías, garantizando su participación. En tercer lugar, contribuiremos a que el medio ambiente se mantenga, asegurando el disfrute para las generaciones futuras. Y, finalmente, se logrará que la sociedad sea más inclusiva.
Es cierto que, en ocasiones, se interrelacionan varios aspectos de los indicados, de la misma manera que estos también pueden coincidir con el afán de lucro. Eso sí, lo que en este caso se diferencia es que no necesariamente hay un afán de ganancia económica.
Lo cierto es que el impacto de este tipo de diseño es diverso. Y también lo es que los cambios que se consiguen son reales y que tienen un impacto a largo plazo. Hay una serie de casuísticas que que marcan la diferencia. Son las siguientes: reducción de la huella ecológica, mejora de las condiciones de vida de la población y accesibilidad.
Los siguientes ejemplos de diseño social son representativos de cómo mejorar el día a día:
Miku abre la lista de ejemplos de diseño social por su gran impacto en gran parte de la población.
Durante la lactancia, el bebé estimula el pecho de su madre para producir leche.Desafortunadamente, después de la baja por maternidad, la rutina de lactancia de una madre trabajadora se interrumpe. Esto afecta su suministro de leche al reducir y, a veces detener, su producción de leche.
El objetivo de Miku es estimular la producción de leche materna mientras les da libertad a las mamás durante el proceso de extracción. Así, la bomba de silicona se usa debajo de la ropa interior de maternidad, lo que permite a las mamás continuar con la mayoría de sus actividades diarias. El motor de Miku tiene un patrón de succión orgánico para simular la succión de los bebés y es silencioso, lo que permite que las mamás lo usen mientras trabajan. La leche extraída se recoge inmediatamente en una bolsa de leche Miku para evitar las pérdidas al cambiar de recipiente.
En lo profundo de la jungla de la cuenca del Congo, a seis horas en motocicleta desde la pista de aterrizaje más cercana, la escuela primaria Ilima de MASS Design Group y la African Wildlife Foundation (AWF) establece un nuevo estándar para la educación rural. Construida como parte de la estrategia de AWF para fomentar la preservación ambiental en la región, la escuela sirve como un centro comunitario para promover prácticas de agricultura y caza sostenibles. Con su diseño innovador, se ha convertido en una escuela modelo que atrae a los mejores maestros de la región y ofrece a los estudiantes oportunidades más allá de la agricultura de subsistencia.
Construida enteramente con materiales y mano de obra locales, la Escuela Ilima encarna el espíritu de Lo-Fab [fabricación local] de MASS. Los diseñadores colaboraron con los conservacionistas locales para identificar los árboles apropiados en el área agrícola, que fueron aserrados, cepillados y convertidos, a mano, en vigas de madera, estructura del techo, muebles y otros detalles arquitectónicos de la instalación final.
Los artesanos locales y los arquitectos de MASS experimentaron con mezclas de tierra modificadas y árboles regionales para formar las paredes del edificio y las tejas del techo. Siguiendo el ejemplo de las prácticas de diseño regionales conscientes del clima, el techo inclinado y el sistema de canalones de la escuela responden a las fuertes lluvias; el triforio abierto y las paredes de media altura fomentan la ventilación y la luz naturales para que las aulas resulten cómodas.
Keep Me Together es un concepto de packaging de tiritas que tiene como objetivo mejorar la aplicación y la experiencia de almacenamiento de las mismas. El objetivo principal del concepto Keep Me Together es hacer que las tiritas sean más fácil acceso y aplicación. En caso de apuro, se puede extraer una tirita del paquete y aplicarla en el área afectada con una sola mano.
Keep Me Together también reduce el impacto medioambiental. Su diseño plano reduce la cantidad de material usado en el paquete, así como el material asociado con cada tirita. El embalaje está hecho de materiales reciclables o biodegradables, y se produce mediante procesos de fabricación responsables.
El diseño social, pues, es una forma de contribuir a un mundo mejor a pequeña escala. Y la tendencia es que tenga, cada vez, más importancia.