Sin embargo, también entraña más riesgos de ciberseguridad ante los que las empresas deben estar bien preparadas. Y es aquí donde entra en juego el concepto de seguridad informática.
Cuando hablamos de seguridad informática, nos referimos al conjunto de tecnologías, procesos y elementos de protección que tienen los dispositivos y sistemas informáticos. También englobamos las redes y los datos, ante los intentos de sustracción de información, daños o ciberataques externos o internos.
Durante el pasado año, el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE) atendió un 9% más de incidentes de seguridad con respecto al año anterior. Una tendencia que parece ir en aumento entre las Pymes españolas, que son un objetivo cada vez más recurrente entre los hackers informáticos.
En unos estudios de Bachelor en Informática, se tiene en cuenta esta circunstancia. Por ello, es fundamental que dispongan de un sistema de seguridad informática adecuado y efectivo.
Existen varios tipos de seguridad informática clasificados en función del tipo de activo digital que protejan:
En primer lugar, nos referimos a seguridad de hardware cuando hablamos de las medidas de protección relacionadas con los dispositivos y elementos físicos, así como los sistemas para controlar el acceso a una determinada red. Un ejemplo de este tipo de activos de seguridad serían los servidores proxy, los cortafuegos o los sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI).
No obstante, también entendemos como seguridad de hardware las aplicaciones y elementos destinados a proteger el dispositivo físico desde el que se ejercen las comunicaciones.
Los elementos que conforman el sistema de seguridad de software son los que se utilizan para proteger todos los programas, aplicaciones informáticas y sistemas operativos frente a intrusiones indeseadas. El objetivo principal es salvaguardar la información que contienen dichas aplicaciones, y evitar que nadie ajeno a la organización disponga de acceso a ella.
Sin embargo, a día de hoy es uno de los aspectos de la seguridad informática que más conviene reforzar. Cuenta con más vulnerabilidades y, por tanto, es más susceptible a sufrir ciberataques que en el caso del hardware.
Además de proteger los programas informáticos y los propios dispositivos, las empresas deben asegurarse de salvaguardar la red corporativa que posibilita las comunicaciones y la conservación de los datos y la información en la nube.
La digitalización de los procesos empresariales ha llevado a muchas empresas a mantener su información en la nube. Se trata de un espacio colaborativo cuya infraestructura facilita mucho el trabajo, pero que requiere de un importante sistema de protección para evitar que la información sea accesible a fuentes externas de las empresas.
Ahora que ya conoces todos los tipos de seguridad informática más comunes, es importante estar al tanto sobre cuáles son las amenazas que se repiten con mayor frecuencia. Cabe tener en cuenta que existen múltiples formas de llevar a cabo un ciberataque, por lo que vamos a destacar las que suelen ser más habituales entre las Pymes:
Malware
Se trata de un software malicioso que se diseña con el objetivo de infectar un sistema y permitir al ciberatacante acceder a los datos que contiene. Cuando el objetivo del hacker es solicitar un rescate a la empresa para recuperar los datos sustraídos, hablamos de ransomware.
Virus, gusanos informáticos, spyware o troyanos
Lo que comúnmente conocemos como un virus informático es, en realidad, un código infectado. Este código tiene la capacidad, si es activado, de replicar el daño en otros dispositivos. El spyware, por su parte, es un tipo de virus que permite, a quien lo está ejecutando, acceder a la información a modo de espía.
Phishing
Esta es una de las amenazas que más se repiten entre las Pymes. Utiliza la fórmula de correo corporativo, algo que no suele suscitar desconfianza. Por lo general, este tipo de ataques tienen como objetivo recopilar información financiera y bancaria.
Spam
Este tipo de ataque sigue una línea similar al phishing, solo que, en este caso, se incita a los usuarios a hacer clic sobre un enlace, acción con la que se activa un tipo de virus que permite sustraer la información.
Ataques de contraseñas
Las técnicas para conseguir las contraseñas que permiten el acceso a determinados programas son más habituales de lo que parece. Por ello, se recomienda no utilizar la misma contraseña en todos los dispositivos, activar el sistema de doble autenticación y elegir contraseñas difíciles de adivinar.
El propio INCIBE ha alertado de la necesidad de incorporar más perfiles especializados en el ámbito de la seguridad informática para las empresas. Incluso prevé que la oferta se duplicará en 2024 debido a la creciente demanda de las compañías.
Las personas encargadas de la auditoría informática revisan el funcionamiento de todos los sistemas informáticos de la empresa. ¿La finalidad? Mejorar los sistemas e implementar alternativas cuando sea posible.
El ingeniero o ingeniera de ciberseguridad establece cuáles son las amenazas de un sistema y proponen soluciones para que este no tenga problemas. No en vano, la seguridad de la información es clave.
Las personas profesionales en el análisis informático estudian sistemas y proponen soluciones, adaptándolas a cada situación.
El forense informático/a están cada vez más solicitados. Estos extraen y preservan datos informáticos que se podrían utilizar ante un tribunal. Para eso, deben seguir una serie de procedimientos y protocolos.
En general, son perfiles profesionales que requieren un elevado grado de especialización y tecnificación, pero cuyas salidas laborales son muy sólidas y con proyecciones de crecimiento muy consistentes.
Esta imperiosa necesidad de ciberseguridad es la base sobre la que en la Universitat Carlemany hemos construido programas de formación integrales y específicos en la disciplina de la seguridad informática. Nuestro objetivo es ayudar a nuestro alumnado a adquirir los conocimientos y experiencia necesaria para que se conviertan en los ingenieros e ingenieras de datos, y expertos y expertas en seguridad que requieren las empresas.
El mundo se ha transformado a lo digital, y ahora debemos adaptar todos nuestros procesos para seguir viviendo y desarrollando nuestra actividad de la forma más segura posible. ¡Y tú puedes hacer que eso sea posible!