En un país como es España, en el que hay muchas posibilidades de generar energía gracias al sol o al viento, las energías renovables han experimentado un auge en su crecimiento en los últimos años y, de hecho, se espera que supere cualquier expectativa anterior. No obstante, siguen haciendo mucha falta profesionales cualificados en el sector para poder seguir avanzando.
El significado de este hecho es que las energías renovables están reemplazando poco a poco a las energías fósiles tradicionales y contaminantes, con lo que las emisiones a la atmósfera son considerablemente menores.
Las energías renovables, que también se denominan frecuentemente energías limpias, son aquellas que provienen de fuentes o procesos naturales que se reponen de forma constante. Por ejemplo, la luz del sol o el viento siguen brillando y soplando siempre, sin importar las condiciones climatológicas.
Hoy en día, las energías renovables aún son consideradas como una tecnología nueva, pero lo cierto es que estas fuentes de energía se llevan usando desde hace siglos para el transporte o la iluminación, entre otros sectores.
Los barcos se han propulsado, y los molinos han molido grano desde hace muchos años gracias al viento, y el sol ha calentado. Sin embargo, en los últimos 500 años, el ser humano ha recurrido a fuentes de energía que, si bien son más baratas, también son más sucias y contaminantes.
Ahora contamos con formas cada vez más innovadoras y económicas de conseguir y utilizar estas energías renovables. Es por ese motivo por el que se están convirtiendo en la fuente de energía más importante. De hecho, en Estados Unidos representan la octava parte de la generación de energía de todo el país. Este uso de la energía limpia se produce a todas las escalas: paneles solares en casas, o parques eólicos inmensos.
Ahora, el mundo se enfrenta al desafío de actualizar sus redes eléctricas para hacerlas más seguras e inteligentes, a medida que las energías renovables crecen y se integran en todos los lugares.
A diferencia de las anteriores, las energías no renovables son las que tienen fecha de caducidad. Cuando se terminen, no habrá más en muchísimo tiempo; algunos ejemplos son el carbón o el petróleo.
Una ventaja que presentan las energías renovables es que cualquiera puede tener acceso a ellas. Sin embargo, las no renovables son más frecuentes en algunos lugares que en otros, y están sujetas a importaciones de los países que no disponen de ellas.
Las fuentes de energía no renovables ponen en peligro el medio ambiente o la salud humana. Por ejemplo, la extracción de petróleo puede requerir la extracción a cielo abierto del bosque, la tecnología asociada con el fracking puede causar terremotos y contaminación del agua, y las centrales eléctricas de carbón ensucian el aire. Y sin contar con que todas estas actividades contribuyen al calentamiento global.
En la actualidad, son muchas las energías renovables que se pueden utilizar para satisfacer las necesidades energéticas sin dañar al medio ambiente.
Durante siglos, se ha utilizado la energía solar para calentar. Según indica el National Renewable Energy Laboratory, la energía que genera hacia la tierra el sol en una sola hora es infinitamente mayor que la se usa en todo el mundo durante un año completo.
Las células solares o fotovoltaicas (PV) están hechas de silicio o materiales que transforman la luz solar directamente en electricidad. Los sistemas solares generan electricidad para hogares y negocios. Las granjas solares pueden generar energía para miles de hogares, utilizando espejos para concentrar la luz solar en acres de células solares.
La energía solar no contamina ni genera gases de efecto invernadero, y los paneles solares tienen poco impacto ambiental más allá del proceso de fabricación.
La generación de energía por medio del viento también ha evolucionado mucho hasta llegar a nuestros días. Desde aquellos molinos de viento hasta las turbinas que hoy se conocen, el camino ha sido largo.
La energía eólica se consigue mediante el giro de las palas de una turbina, que alimenta un generador eléctrico y produce la electricidad.
Otra ventaja es que, junto a la energía solar, la eólica es la energía más barata que se puede conseguir.
La energía hidroeléctrica es otra de las energías renovables que se pueden encontrar. Depende del agua, que, por lo general se encuentra en ríos rápidos o caídas, y convierte la fuerza de esa agua en electricidad, haciendo girar las palas de la turbina de un generador.
La energía de biomasa es aquella que se consigue de la materia orgánica, ya sea animal o vegetal. Esta materia se puede conseguir de forma natural, pero también puede obtenerse como resultado de alguna transformación.
Proviene del sol, ya que lo que luego se convertirá en materia orgánica (plantas y animales) absorben energía solar y, finalmente, eso llega a la tierra como alimento y como energía.
La energía geotérmica se obtiene usando el calor que hay en el corazón de la Tierra. Este se tramite mediante las rocas y los procesos de conducción/convección. Son los procesos acuáticos subterráneos combinados con la acción de las rocas los que generan estos sistemas de geotermia.
De las distintas energías renovables, la mareomotriz se obtiene con la fuerza de las mareas. La electricidad se obtiene usando un alternador que convierte la fuerza de las olas en energía.
Cuando la marea crece, los embalses se abren hasta llegar a su nivel máximo. Acto seguido, se cierra. Cuando el nivel del embalse llega al mínimo, se abren las compuertas para dejar que el agua pase por las turbinas a través de los conductos.
Las energías renovables son, en estos días, una obligación para todos, para empresas y para personas que quieran seguir utilizando la energía de forma responsable y sin dañar el medioambiente.