Por eso, existen diferentes estrategias que favorecen un entorno de trabajo positivo, en el que la plantilla se sienta a gusto y con ganas de desarrollarse profesionalmente.
En este artículo, veremos algunas de las más conocidas. Sin embargo, es recomendable profundizar en todas ellas para conocer el impacto global que las acciones de una empresa tienen en su equipo humano. Si quieres aprender más sobre talento humano y su gestión, puedes hacerlo estudiando el Bachelor en Administración de Empresas. Esta es solo una de las ramas a valorar para favorecer el éxito y la buena marcha de un negocio.
La retención del talento humano es la capacidad que tiene una empresa para mantener en su plantilla a aquellos perfiles más cualificados, motivados y comprometidos con la organización. En algunos casos, esta retención se produce de forma natural, mientras que en otras es necesario llevar a cabo un plan de acción.
En cualquier caso, el hecho de que una persona tenga o mantenga su interés en ser parte de una empresa se debe a las condiciones o los incentivos que esta ofrezca. Desde el punto de vista de un empleado, además de obtener un salario que vaya acorde con su puesto, responsabilidad y la carga de trabajo que soporta, se necesitan otros beneficios añadidos. Por ejemplo, la posibilidad de desarrollar nuevas habilidades, alcanzar metas profesionales y crecer, o sentirse valorados por los logros.
Para una organización, una tasa de rotación elevada supone un coste económico importante, por las siguientes razones:
Costes de selección y contratación
. Una vacante implica gastos en publicidad de ofertas de empleo, entrevistas, pruebas de selección y el tiempo que dedica el departamento de RR.HH. a encontrar a la persona adecuada. El coste es más alto en perfiles muy especializados.
Formación y adaptación
. Una persona nueva que se incorpora debe conocer y adaptarse a la cultura de la empresa. Dado que se deben aprender habilidades concretas, hay una pérdida temporal de eficiencia y productividad. Además, quizás sea necesario llevar a cabo programas específicos de formación.
Pérdida de productividad
. Quien empieza no es la única persona que puede ver su rendimiento comprometido por la situación. El resto de la plantilla podría enfrentarse a una sobrecarga, que supondrá una reducción en la productividad general.
Impacto emocional en el equipo
. La rotación de personal genera inseguridad y desconfianza. Asimismo, al tener que cubrir temporalmente las nuevas vacantes, el cansancio puede conducir a su vez a nuevas salidas.
Pérdida de conocimiento y daño a la reputación
. Cuando una persona deja una empresa, se lleva consigo su conocimiento y experiencia. Estos aspectos son difíciles de reemplazar, y podrían afectar a la calidad y la eficiencia del trabajo, especialmente en puestos más técnicos o estratégicos. Por otra parte, la falta de retención del talento puede indicar una gestión deficiente o una mala cultura laboral. Todos estos puntos dificultan la atracción de nuevos talentos, y podrían afectar a la imagen de la empresa.
Existen diferentes formas de abordar la retención del talento humano, pero nos quedamos con las cinco que consideramos más eficaces para mantener a la plantilla comprometida con la organización.
Si bien puede sonar a un lugar donde el personal se saluda y se sonríe, la retención del talento va mucho más allá. Implica un espacio inclusivo y con igualdad de oportunidades, una comunicación abierta y bidireccional, respeto y un ambiente colaborativo, así como una cultura organizacional fuerte.
Además, se debe hacer énfasis en el bienestar, tanto en lo que respecta a su salud física como mental. Para ello, se pueden crear espacios de descanso, actividades sociales o programas de bienestar laboral.
La plantilla necesita sentirse respaldada en su desarrollo profesional. Para fomentar el crecimiento, se deben ofrecer oportunidades de capacitación, reskilling y upskilling, mentoring y acceso a nuevas responsabilidades. Con todas ellas, aumenta la probabilidad de permanencia en la empresa en el largo plazo, ya que las personas se sentirán más motivados y comprometidos con su trabajo.
Sin embargo, es importante que el plan de desarrollo profesional esté personalizado y que vaya en la línea de las aspiraciones que cada persona tiene. De lo contrario, estos programas se quedarán en un mero intento en la retención del talento humano, pero que no dará frutos porque no habrá tenido en cuenta realmente las necesidades de la plantilla.
Otra estrategia eficaz en la retención del talento es ofrecer recompensas que motiven a los empleados, así como reconocer sus logros. Existen varias alternativas, como elogios públicos, recompensas económicas, incentivos basados en el rendimiento, premios por logros concretos o programas de reconocimiento, entre otros.
La pandemia nos hizo ser conscientes de las ventajas que tiene la flexibilidad laboral. Por ejemplo, trabajar desde casa, adaptar el horario u ofrecer días libres para asuntos personales permite compatibilizar vida personal y profesional. Pero también es una forma de sentirse valorados. La empresa demuestra que se preocupa por el bienestar de su equipo, y fomenta un ambiente de trabajo más productivo y agradable.
Y aunque el salario no basta para retener al talento humano, esto no significa que este aspecto deba pasarse por alto. Además de ofrecer un salario acorde con el puesto, se puede ofrecer un paquete con otros beneficios, como el seguro médico, planes de pensiones o descuentos. Por otra parte, se recomienda revisar las políticas regularmente para asegurarse de que el salario se mantiene acorde con el mercado y la industria.
Además de los cambios que el uso de la tecnología ha traído al funcionamiento de las organizaciones, hay que sumar que las nuevas generaciones vienen con otras expectativas laborales. Por ejemplo, una mayor flexibilidad, equilibrio entre vida personal y profesional, así como oportunidades de crecimiento.
Por eso, implementar estrategias de retención de talento humano es imprescindible para adaptarse a esta era actual y poder atraer y retener a los perfiles idóneos. En este sentido, contar con una formación sólida, como un Bachelor en Administración de Empresas, es clave para entender estas dinámicas y liderar con éxito.