La sostenibilidad no es una moda, es una auténtica necesidad. De hecho, la Unión Europea está impulsando normas que tienen el cuidado del entorno como eje central de actuación, y de ellas se derivan y se van a derivar múltiples obligaciones para las empresas. De ahí que el concepto de empleo verde se estudie en un Bachelor en Ciencias Ambientales.
La sociedad aborda una importante etapa de cambio: la transición hacia una economía descarbonizada. Esto supone un gran reto del que se deriva, a su vez, el potencial para crear millones de empleos verdes a nivel mundial.
Este término hace referencia a todos aquellos trabajos que contribuyen de manera directa a la conservación y restauración del medio ambiente, promoviendo un desarrollo sostenible.
Es posible encontrarlos en una gran cantidad de sectores económicos: la gestión de residuos, la movilidad eléctrica, la agricultura sostenible, el diseño de edificios más eficientes desde el punto de vista energético, la conservación de ecosistemas naturales, las energías renovables, etc.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los empleos ambientales contribuyen a:
Mejorar la eficiencia en el consumo de energía y de materias primas.
Limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Minimizar los residuos mediante el reciclaje, el aumento de la vida útil de los productos, o la posibilidad de dar nuevos usos a aquello que ya no sirve para lo que fue diseñado.
Reducir los niveles de contaminación.
Proteger y restaurar los ecosistemas.
Paliar los efectos del cambio climático y facilitar la adaptación al mismo.
Los empleos verdes generan varios beneficios en la vertiente social. Destacamos estos:
Este tipo de trabajos promueven la innovación y la inversión en tecnologías que sean limpias. Se crean así nuevas oportunidades de negocio que no suponen una amenaza para el entorno.
El informe de la OIT "Perspectivas sociales y del empleo en el 2018", ya preveía en ese momento que el creciente interés social por el cuidado del entorno podía ser una importante fuente de empleo. En concreto, estimaba que se podrían generar unos 18 millones de puestos de trabajo a nivel mundial.
Tras la pandemia, la necesidad de contar con un entorno limpio y libre de contaminación se ha vuelto todavía más importante, lo que permite afirmar que los empleos verdes serán cada vez más demandados.
Este tipo de puestos de trabajo buscan la sostenibilidad y aspiran a ser sostenibles también en sí mismos. Esto implica que las condiciones laborales son buenas y los salarios que se pagan son justos. Además, quienes desarrollan estos trabajos tienen oportunidades de desarrollo profesional.
Esta estabilidad y seguridad en el empleo mejoran la calidad de vida de quienes trabajan en el sector ambiental y la de sus familias.
Sin lugar a dudas, uno de los grandes beneficios que se derivan de los empleos verdes es que son grandes aliados para luchar contra la crisis climática. Tienen un impacto positivo directo en el entorno, garantizando su protección y preservación.
La economía sostenible se plantea como un gran reto para el ser humano, porque hasta ahora este solo se había centrado en desarrollarse, sin tener en cuenta la necesaria conservación de los recursos y del medio natural.
Este reto estimula la innovación. De hecho, en la mayoría de los casos, los empleos verdes están muy relacionados con el desarrollo de nuevas tecnologías y de soluciones para los problemas actuales y futuros que sean sostenibles.
El empleo sostenible promueve mayor equidad y justicia social en materia de desarrollo, brindando mayores oportunidades de empleo y crecimiento a las comunidades que, tradicionalmente, han estado más desfavorecidas.
Así se puede contribuir a cerrar brechas sociales y a reducir la desigualdad existente entre diferentes regiones.
Sí y no. Los empleos ambientales van a ser extremadamente necesarios en el futuro, pero es que ya lo son hoy en día.
El Acuerdo de París, firmado en 2015 en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, preveía un aumento de la temperatura global de 1,5º C para final de este siglo. Pero el Informe sobre la Brecha de Emisiones 2021, también elaborado por la ONU, refleja que el incremento de la temperatura media global de aquí al final del siglo XXI podría ser de 2,7º C.
En consecuencia, el plazo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero se ha reducido mucho. Si no se hacen avances importantes en un plazo de ocho años, los efectos del calentamiento global podrían ser ya imparables.
Esto provoca que los empleos verdes sean ahora más importantes que nunca. El mundo necesita avanzar hacia una economía que sea capaz de crecer sin perjudicar al entorno natural. Es más, la propia necesidad de empleos más sostenibles podría convertirse en un nuevo motor para la economía.
Así, por ejemplo, ha crecido el número de empresas que han convertido la sostenibilidad en uno de sus valores y, para alcanzarla, necesitan expertos en sistemas de gestión ambiental. Es decir, que ahora hay más demanda de estos profesionales.
A continuación recogemos una serie de sectores en los que hay interesantes salidas profesionales para quienes han estudiado Ciencias Ambientales, y otras disciplinas relacionadas con los empleos sostenibles.
Las energías renovables están en pleno crecimiento y el sector ya da empleo a más de 12 millones de personas.
Las ventas de alimentos y bebidas orgánicas crecieron en 2022 un 15% a nivel mundial, con ventas que superaron los 129 billones de dólares. Ante el incremento de la demanda de estos productos, hacen falta más especialistas dispuestos a trabajar en este sector.
Las normas europeas de diseño cada vez son más exigentes respecto a que los productos tengan una vida útil más larga y se puedan reciclar después, por lo que hacen falta diseñadores orientados hacia la sostenibilidad.
Los empleos verdes tienen mucho futuro. Desempeñar uno de ellos es una oportunidad de progresar profesionalmente y, además, de poder hacer algo que beneficiará al conjunto de la sociedad.