La tecnología sostenible se ha convertido en una palanca de avance en las empresas, tanto por productividad como por sostenibilidad. En un Bachelor en Ciencias Ambientales esta cuestión es capital.
Las tecnologías sustentables o sostenibles son aquellas que buscan no comprometer recursos naturales en el futuro. Para que sea una tecnología sostenible, esta ha de reducir el uso de recursos naturales en todas las etapas, desde la creación a la puesta en marcha y, finalmente, en la utilización o reciclaje. Los ejemplos de tecnologías sustentables que existen son numerosos: en primer lugar, hay que hacer referencia a los sistemas cloud, por el ahorro de papel y de recursos; el segundo ejemplo es el de la Inteligencia Artificial (IA), por reducir pasos; además, hay que hacer referencia al Business Intelligence, como tecnología que ayuda a mejorar; también la realidad virtual cumple con un papel importante y las redes 5G son un ejemplo de tecnología sostenible.
En lo material, hacemos referencia a las instalaciones fotovoltaicas o eólicas; por otra parte, también las calderas de biomasa; en los últimos años, se han extendido los motores de hidrógeno como alternativa; además, los coches eléctricos se han convertido en una opción común.
Las ventajas de las tecnologías sostenibles son diversas, y lo son para el conjunto de la sociedad. No en vano, su implementación aporta varias mejoras de interés. Vamos a hacer referencia a las más importantes:
La tecnología es el subconjunto del conocimiento que incluye la gama completa de dispositivos, métodos y procesos. Por su parte, la innovación es el proceso mediante el cual la tecnología se concibe, desarrolla, codifica e implementa.
Los factores que impiden la movilización de la innovación tecnológica para el desarrollo sostenible son en gran medida los mismos que impiden la innovación general. Sin embargo, también existe un desafío particular para quienes trabajan en la promoción del desarrollo sostenible. Y es que las poblaciones empobrecidas, marginadas y futuras, suelen carecer del poder económico y político para dar forma a los sistemas de innovación que necesitan. Por ejemplo, la inversión global en investigación y desarrollo (I + D) en medicamentos para «enfermedades desatendidas» es insuficiente. ¿El motivo? Que las poblaciones de los países en desarrollo que soportan la carga principal de tales enfermedades carecen de los medios para incentivar dicha inversión.
Asimismo, la inversión actual en energía baja en carbono no refleja plenamente los intereses de las generaciones futuras, que se verán afectadas por el cambio climático. Hacer que la innovación tecnológica funcione para el desarrollo sostenible en general, y para las poblaciones que carecen de poder en particular, requiere una mayor claridad.
Existen tres elementos a los que debemos prestar atención:
Existen unas recomendaciones para aprovechar el potencial de la innovación en el desarrollo sostenible. Son estas:
El objetivo debería ser cerrar la brecha entre la teoría de la innovación tecnológica sostenible y la práctica de la misma.
Existen numerosos ejemplos de aunar innovación y tecnología sostenible. Veamos:
Las tecnologías pueden ayudar a la conservación de los recursos naturales. Lo cierto es que hoy, una de las condiciones que se le exigen a una mejora tecnológica es que sea sostenible. Hay que tener en cuenta que, si se necesitan menos recursos, estos se conservarán mejor. Por lo tanto, este es un ejemplo práctico de ayuda.
Las tecnologías pueden ayudar al reciclaje, y hacerlo de varias maneras. Por ejemplo, si se diseñan nuevos artículos de componentes que se puedan reciclar. Esto, a la larga, servirá para conseguir un uso óptimo de los recursos. Es evidente que, en el caso de reutilizar materiales, se necesitarán menos.
La mejora de la eficiencia energética se puede conseguir de varias maneras gracias a la tecnología. En primer lugar, utilizando tecnologías sostenibles de encendido y apagado automático. Por otra parte, gracias a internet, realizando un trabajo de seguimiento continuo para saber cuál es la situación real y optimizar el consumo. Finalmente, utilizando dispositivos que generan un menor consumo energético.
La reducción de las emisiones es otro de los aspectos que se consiguen gracias a las nuevas tecnologías. Hoy en día, como se busca conseguir más con menos recursos, se reduce el impacto ambiental y, con ello, las emisiones de gases contaminantes. En consecuencia, este es uno de los indicadores objetivos de hasta qué punto la tecnología ayuda al desarrollo sostenible.
La tecnología sostenible ha llegado para quedarse, de ahí que sea sumamente importante conocerla y ver qué puede hacer por nosotros. Por ello, no está de más contar con unas nociones de lo que significa. Hoy el binomio entre tecnología y sostenibilidad es imprescindible.